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Por: Miguel Angel Arritola
Fotografía: Miguel Angel Arritola
Fotografía: Miguel Angel Arritola
Engaño con sabor
a traición
Con un texto de Victor
Hugo Rascón Banda y
una acertada dirección
de David de la Garza
Villarreal, la puesta en
escena “Sabor de engaño”
se presenta los martes en
Casa Musa A.C
Cuando el hambre entra por la puerta, el
amor sale por la ventana y eso se percibe en ese departamento de la Condesa
en el que viven Perla y Alfonso, par de
actores con suerte desafortunada en su
profesión.
Perla retrata claramente a la actriz que tiene que
sacrificar su amor por los escenarios para someterse
a un trabajo de 8 horas como telefonista y así poder
llevar dinero a casa.
Él, Alfonso, es el clásico macho mexicano que necesita de rete hartas “viejas” a su lado para sentirse
importante y que va por la vida haciendo “casting”
para obtener un papel, “de lo que sea”.
Perla y Alfonso sostienen una relación de agobio,
de hartazgo, de miseria, esa relación en la que ambos
saben que hay un “Sabor de engaño” imposible de
ocultar.De Victor Hugo Rascón Banda, “Sabor de
engaño” pone en la mesa la historia Perla y Alfonso,
una joven pareja de actores con una relación quebrantadas por el fracaso.
Alfonso sueña con conseguir un lugar en el mundo
del espectáculo,en tanto Perla se ve en la necesidad
de dejar su carrera de actríz para muy a su pesar
obtener un empleo formal y así sacar adelante los
gastos de la casa.
Todo se complica aún más cuando el ingenuo
Armando, hermano del protagonista, llega a vivir
al pequeño departamento de los actores, y tras de él
arriba Paola, la joven hermana de Perla, quien llega
a México procedente de Monterrey, dispuesta a ser
estrella de la televisión.
La obra consta de cuatro personajes los cuales
son interpretados por Américo Bringas y Ana ochoa.
Dirigida por David de la Garza Villarreal, la puesta
tiene la tónica exacta para adentrar al público a ese
departamento tapizado de carteles de películas de
antaño, a ese pequeño departamento que ampara a
dos personajes tan apasionados como infelices por
vivir a “raya”, con una calidad de vida precaria, sin
lograr alcanzar sus sueños.
En “Sabor de engaño”,Victor Hugo Rascón Banda
ofrece un fugaz viaje de cómo es la vida de dos artista
para intentar llegar, ya no al estrellato, sino a obtener
tan siquiera un papel en televisión o en cine y así lograr acariciar el éxito.
Rascón Banda maneja sutilmente la situación a
la que puede llegar un artista sin trabajo y muestra
abiertamente la vulnerabilidad de dos personajes
que deambulan peligrosamente por caminos llenos
de espinas y fracasos tanto profesionales como personales.
En “Sabor a engaño”, Ana Ochoa juega dos roles,
por una parte es Perla, la esposa desesperada que
ve pasar la vida tras un escritorio contestando llamadas sin que le llegue un llamado para ejercer su
quehacer de actriz, pero también asume el papel de
Paola, la ilusa regiomontana que llega a su casa para
a como dé lugar, conquistar el mundo al precio que
sea, aunque tenga que soportar que pisoteen su dignidad como mujer.
Américo Bringas es Alfonso y Armando; el primero una actor de Televisa que está por grabar una
telenovela al lado de la actriz María Rojo pero que
siempre todo se le viene abajo y el segundo rol es un
contador que llega al “depa” de la Condesa en buscar
una oportunidad en su vida.
El tono en que Ana Ochoa arropa a ambos personajes es admirable ya que de mujer amargada, derrotada
y humillada, transita son problema alguno a la mujer
desfachatada que usa su sensualidad para atrapar
una oportunidad como actriz.
La atmósfera que crea Américo Bringas en ambos
personajes es de una seducción que abraza al púbico
irremediablemente: de hombre sensual y galante pasa
a un individuo tímido y arraigado a las creencias de
sus padres.
David de la Garza Villarreal tuvo a bien dirigir de
manera certera a cada uno de los cuatro personajes
para desatar emociones en el público que llenó la sala.
Garza Villarreal sacó de cada uno esa garra y fuerza
para hacer cimbrar al espectador ante un trabajo
limpio e intenso de Américo Bringas y Ana ochoa.
La obra tiene momentos paralizantes y situaciones
en las que el dramaturgo deliberadamente juega con
la debilidad emocional de los personajes desnudando
sus sentimientos más encontrados.
“Sabor a engaño” seguirá en cartelera en Casa
Musa A.C. los ,artes a las 21;00 horas.
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