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Por: Reno Aldrette
Fotografía: Archivo
Fotografía: Archivo
A Metalhead
Way of Life
Ser un Metalhead es
más que sólo escuchar
la música y vestir
camisetas negras, va más
allá de tomar cerveza
y acudir a conciertos
donde por lo regular
hacer headbanging al
ritmo de la melodía es
parte fundamental de
la experiencia de vivir el
Metal y no sólo escucharlo
por moda.
¿Por qué escuchas Metal? Es puro ruido
¿Entiendes lo que dicen? ¡Es la música del
Diablo!
Las anteriores, son sólo algunas de las
cosas más comunes que varias personas me han
dicho acerca del género musical que escucho, y hoy
quiero dejar en claro algo muy simple: ¿Realmente
quieres saber mis motivos o sólo buscas criticar? Si
lo que buscas es criticar: ¡Adelante! Soy a prueba
de balas, pero si buscas legítimamente entender
a un Metalhead, con mucho gusto podemos platicar. ¿Te ofrezco una cerveza? Porque esto va para
largo… ¡Meh! tal vez lo mejor sea que platiquemos
con un café y galletitas para no sacarte de tu zona
de confort.
¿Por dónde empiezo? La verdad no sé…
Mira, a lo largo de mi vida me he topado con mucha
gente que me ha preguntado que cómo es posible que
escuche Metal ya que sólo se trata de ruido y no se les
entiende nada a las canciones. Con todo respecto,
a mi tierna edad de 46 años tengo experiencia suficiente como para poder explicarte lo que significa
ser un Metalhead.
Ser un Metalhead es más que sólo escuchar la
música y vestir camisetas negras, va más allá de tomar
cerveza y acudir a conciertos donde por lo regular
hacer headbanging al ritmo de la melodía es parte
fundamental de la experiencia de vivir el Metal y no
sólo escucharlo por moda. l Metal es un estilo de
vida, uno no elige ser Metalhead para “pertenecer”
y aunque se escuche muy trillado, el Metal te escoge
a ti. Si al escuchar una canción no sientes que en tu
interior va creciendo un emoción que sabes pronto
estallará, entonces estás en el “lugar” equivocado.
A diferencia de otros géneros musicales, el Metal se
“siente”, no sólo se escucha con los oídos, sino también
con el corazón.
Como seres que vivimos en sociedad, todos tenemos
familia, amigos y conocidos que en algún momento
nos toca coincidir en algún lugar, ya sea una fiesta,
escuela, trabajo, celebración o cualquier cosa que se
te pueda ocurrir donde un grupo de gente se reúna
para convivir. Y como en todo, existe la diversidad de
gustos y de elección, pues como ya mencioné vivimos
en una sociedad libre.
Nunca falta en cualquiera grupo de amigos que
se respete, al que le gusta el Pop y no sale de Maná
y Paulina Rubio; también está el “norteño” hasta las
trancas, que no lleva sombrero vaquero a la oficina
porque su jefe no lo deja (acá entre nos, le decimos el “charrito monta perros” porque nunca se ha subido a un caballo); también está el rapero que se siente
gánster y sueña con estar cantando en alguna peligrosa esquina del Bronx de NY y por supuesto yo: El
Rocker, el Metalero, el Satánico, etc. Soy el que más
“etiquetas” tengo simplemente por escuchar Metal,
pero somos amigos y hemos aprendido a aceptarnos
tal y como somos, aunque siempre existen esas dudas
y preguntas que alguna vez tenemos la necesidad
de hacer.
- ¿Adoras al Diablo? - Me preguntan.
- ¡Por supuesto que no! – respondo.
- ¿Entonces por qué vistes con esas camisetas
negras con “dibujitos” de calaveras o diablos y escuchas esa música que parece que canta un “monstruo”?
- Si lo tienes que preguntar, es porque nunca lo
podrás entender.
Mucho de lo que se dice o piensa acerca de nosotros
es un mito: me encanta vestir de negro y de hecho,
el 95% de mis camisetas son de ese color. ¿Que si soy
adicto a la cerveza? te puedo asegurar que mi hígado
está en muy buen estado, gusto de tomar un par de
cervezas bien frías cuando la ocasión lo amerita.
¿Que si soy satánico? Para nada… aunque fui criado
como católico, no creo en el diablo y tampoco tengo
fe en la iglesia. ¿Que si tengo tatuajes y uso aretes?
Los uso porque quiero, porque puedo y porque me
gusta. Que si a mis 46 estoy “muy viejo” para seguir
escuchando esa música, me dice un amigo que es un
año menor que yo, el Metal no tiene edad y yo tengo
menos arrugas que tú.
Nada de lo anterior te puede definir como Metalhead, ni a mí ni a nadie. No porque vistes de negro,
tomas alcohol y escuchas Heavy Metal en automático
entras en la definición de ser un TRVE (Término con el
que se denomina a aquel metalero que sigue fielmente
al género musical que le gusta, jamás se desvía de las
normas establecidas y defiende cualquier material
que escuche aunque éste sea muy malo).
Yo conozco gente que a simple vista aparenta ser
todo menos un metalero: usan pantalones de vestir,
camisa tipo polo, lentes y un “andar” tranquilo, y
cuando se encuentra con uno de esos TRVE vestido
de negro, cerveza en mano y su chaleco con mil parches de bandas que ni siquiera él conoce, te sientes
avergonzado al darte cuenta que el conocimiento
del Heavy Metal del tipo que viste la polo, es mucho
más extenso que el del individuo que tanto presume
frente a los demás.
Ser un Metalhead va más allá de todo eso, tienes que sentir la emoción que provoca su música
y darte cuenta que estás moviendo el pié al seguir
su ritmo. Tienes que entender el sentimiento que
la canción transmite y encontrar esa sublime, pero
inquebrantable conexión que existe entre la melodía y tu alma.
Despertarte con esa canción en tu mente y emprender tu día confiando en que el ritmo no se irá. Ser
metalero es tocar esos tambores invisibles cuando
usas audífonos y estás tan embebido en lo tuyo que
crees que nadie te ve. Mover tus dedos en el aire
como si tocaras ese solo de guitarra cuando llega el
momento más emotivo de la melodía. Es cantar en la
regadera con el bote de shampoo como micrófono y
en tu mente escuchar los gritos de miles de fanáticos
que corean tu nombre en ese gran concierto que se
desarrolla sólo en tu mente.
Es estar en la escuela “tamborileando” con tus
plumas sobre las libretas y que tus compañeros te
volteen a ver preguntándose: ¿Qué canción estará
interpretando? Es identificarte con la letra de las canciones y realmente sentir lo que están diciendo. En el
Rock y Metal hay una variedad enorme de temas que en ellos se tocan que van desde el amor, la injusticia
de la guerra, la sociedad, el medio ambiente, etc. Hay
mercado para todos los gustos y cada quién escoge su
propia trinchera. Para ser un Metalero no necesitas
tener un extenso conocimiento música, de bandas
o canciones, basta con sentir que el Metal llega a tu
alma y ahí se queda.
La gente ve en la televisión los escándalos y descalabros en la vida de las celebridades y estrellas de
Rock y cree que eso es todo el tiempo 24/7, y por
ende, piensan que a los que nos gusta esa música
y llevamos un estilo de vida Metalero somos igual
que las estrellas de Rock… nada más alejado de la
realidad. Siento mucho decepcionarte pero no soy
nada parecido a ellos (ojalá así lo fuera).
Ahora te invito a que te acerques a tu Metalero
más cercano y le preguntes acerca de su canción
favorita, ¿Por qué se identifica con ella?, ¿Qué siente
al escucharla? Prepárate para recibir una respuesta
que te sorprenderá y que tal vez así, sólo llegues a
ver la punta del iceberg que encierra lo que es llevar
el estilo de vida de un Metalhead.
Somos personas de lo más común: vamos a la
escuela como todos, vamos de compras al súper, lavamos los trastes, tenemos trabajos comunes, familias
comunes, autos comunes, ¡Vidas comunes!… pero a
diferencia de los demás, tenemos un gusto musical
excelente…
¿Ahora si te ofrezco una cerveza?
René “Reno” Aldrette
Instagram: @blackmetalmvffin666
FB: @BlackMetalMvffin
Twitter: @blackmetalmvfin
blackmetalmvffin@gmail.com
Arquitecto, artista plástico,
músico y promotor del género del Metal.
Actualmente conduce el canal digital Black Metal Mvffin,
promociona la cultura de la escena musical, así como
realiza reseñas de bandas y eventos musicales del Metal
en México y el mundo.
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