Por:
Félix Rivera
Fotografía:
Especial
Un intenso duelo de actuación
Concluye primera temporada
de funciones de Experimento K
con gran éxito en Casa Musa.
Hace algunos días
concluyó la primera temporada
de funciones de
Experimento K,
obra de teatro basada en un
texto del escritor británico
Nicholas Wright. Casa Musa
fue la sede de esta producción en la que el público pudo
conocer la dominante personalidad de Melanie Klein, una
psicoanalista de origen austríaco quien, alejándose de los
principios de su compatriota
Sigmund Freud, creó su propias teorías sobre la psicología e incluso fundó la escuela
inglesa del psicoanálisis.
Luis Franco dirigió esta
puesta en escena con un
enorme cuidado a los detalles, tanto en las actuaciones
como en la producción. El
exquisito ritmo que imprimió
al montaje, puso en evidencia,
no solamente las largas horas
de ensayos, sino el exhaustivo
trabajo de mesa en el que, él
y sus actrices, investigaron la
historia y motivaciones de este
intrincado personaje que, además de hacer grandes aportes
a la psicología, tuvo una vida
personal complicada y llena de
desencuentros con sus hijos;
todo esto en el marco de la persecución nazi contra los judíos.
Los tres personajes en
escena se presentan certeros y llenos de matices, evitando la fuerte tentación de la
sobreactuación que los textos
ambientados en épocas lejanas
parecieran exigir a los actores.
Klein es interpretada por
Claudia Marín, actriz de gran
solvencia histriónica, quien
aborda a la famosa psicoanalista desde una frontera muy
honesta en la que las contradicciones humanas son patentes y abrumadoras. El gran ego
de Melanie Klein, reforzado por
la trascendencia de su propia
trayectoria, es puesto a prueba
por la crueldad de las circunstancias. La muerte de su hijo
Hans es, de hecho, el detonante
del conflicto que, sin prisa y
sin pausa, el público atestigua.
Melitta Schmideberg, psiquiatra y psicoanalista hija
de Melanie Klein, es encarnada por Ludyvina Velarde. La
fragilidad y eterno desasosiego
que el personaje dolorosamente muestra, son ofrecidos
al público por una Velarde que
eligió el camino de la verdad
actoral, dejándose lastimar y
romper por cada línea que,
como flecha envenenada, lanzan contra ella. El gran parecido físico, pero sobre todo la
evidente química que Velarde
y Marín tienen como actrices,
hacen que la relación madre e
hija que ellas interpretan luzca
sumamente real.
El tercer personaje que
completa el ensamble es Paula
Heinmann, joven psicoanalista
quien llega al consultorio de
la señora Klein para ser su
asistente y al mismo tiempo
aprender sobre la mente
humana, directamente de la
gran experta. Eryka Foz es la
encargada de dar vida a Heinmann y, aunque por momentos da dos pasos hacia atrás
para dejar que madre e hija se
enfrenten en duro combate,
al llegar el instante correcto
reclama el reflector ofreciendo
una sólida interpretación que
llena de dignidad y aplomo a
su personaje.
Otro elemento a resaltar es
el modo magistral en el que la
producción recreó la época y el
entorno en el que vive Melanie
Klein. Partiendo del hecho que
la obra se desarrolla en el Londres de 1934, justamente en el
consultorio de la psicoanalista,
los detalles del mobiliario y el
vestuario son muy acertados.
No se trata de un montaje
minimalista. Al contrario, toda
la escenografía, el atrezo y cada
pieza del guardarropa de los
personajes, todo esto resaltado
por un delicado diseño de iluminación, están presentados
con el lujo de detalles que se
acostumbra en las producciones cinematográficas.
Aunque esta primera temporada de funciones de Experimento K ya ha terminado, vale
la pena estar atentos a la cartelera de Casa Musa. En cuanto
haya funciones disponibles,
será una gran oportunidad
para ver buen teatro.
Félix Rivera
Actor, conductor,
productor, locutor, editorialista
y escritor, nacido en la ciudad
de Monterrey. Alumno de
destacados teatristas como
Refugio Luis Barragán, Gerardo
Nevárez, Minerva Mena Peña,
Moisés Orozco y Kurt Hermann
Wilhelm entre otros. Estudió
dramaturgia para teatro y cine
con maestros como Hernán
Galindo, Aristóteles García y
Edui Tijerina Chapa.