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JAVIER LÓPEZ GARAY | ÍCONO de la comedia Regiomontana | LAURA DELGADO | Noviembre 2019

Por: Laura Delgado
Fotografía: Gabriela Arenas





JAVIER LÓPEZ GARAY
ÍCONO de la comedia Regiomontana

Hablar de Javier Lopez Garay, es destacar la trayectoria de quien logró hacer un partea - guas dentro del ambiente artístico regiomontano, sin duda alguna todo un icónico personaje de la ciudad de Monterrey, como líder de “La Banda más loca de México”, la legendaria Witchy Band, que se colocó en el gusto del público durante cinco décadas.

De inmediato nos remontamos a finales de 1969, cuando un grupo de amigos formaran esta agrupación, sin imaginar que se convertiría para todos ellos, en el inicio de una gran historia, un mundo de innumerables éxitos e infinidad de anécdotas muy divertidas, que nos relata Javier López Garay en esta entrevista. Nos comparte también sus planes, nuevos proyectos, así como el próximo retorno de la banda a los escenarios.  

¿En qué momento inicia tu atracción por la música? 

“Desde muy niño me atrajo la música, mi abuela can - taba, mi mamá cantaba, mi abuelo también cantaba y él fue alguien a quien siempre admiré y comparaba con el personaje de Fernando Soler, Cruz Treviño Martínez de la Garza. Creo que de ahí nace algo en mi en relación con el ambiente artístico. También la cantante Queta Garay, quien interpretaba aquella canción llamada Las Caricaturas, era familiar mía”.

¿Quién fue tu más grande influencia? 

“Definitivamente los hermanos Castro fueron de mis más grandes influencias. Cabe mencionar que actualmente soy el representante artístico de Don Arturo Castro”.


¿En qué momento decides dedicarte a la música? 

“Desde que cursaba la Secundaria, con Witchy Band empecé tocando la Batería por 6 años y posterior - mente al yo quedar al frente del grupo, se decidió contratar a otro baterista”.

“Todos los integrantes de la Banda son del barrio de la Purísima, diariamente nos reuníamos en la plaza y empezamos a hacer amistades en ese lugar y nos poníamos a escuchar cartuchos de 8 tracks que eran los que se usaban en ese entonces y de repente empezamos haciendo bailes en casas de amigos que vivían en los alrededores”. 

¿Como nace el nombre de Witchy Band? 

“Éramos el típico grupo de amigos que andábamos de “huele-bailes”, siempre buscando donde hubiera uno para poder entrar aún sin ser invitados. Con - seguíamos invitaciones y la rolábamos entre varios para que todos pudiéramos entrar a disfrutar de la fiesta en la que no conocíamos a nadie.  

En una ocasión nos avisan que tenemos boda y que había que ir “de pipa y guante”, vestidos de traje con camisa y corbata, pero no faltaba que alguno llegara con pantalón y playera, entonces de broma dijimos: “ahí viene este indio”, pero para no ofender a los indios, decidimos mejor decirle “Witzilopochtli” a quien llegara mal vestido o como “naco”, pero como el nombre era muy largo, empezamos a utilizar el diminutivo “Witchy” y así fue como se quedó el nombre de Witchy Band”.

“La fórmula para mantenerme activo durante todos estos años, ha sido el poder ayudar a tanta gente que lo necesita”

¿Cómo es que descubres tu vocación dentro de la comicidad? 

“En el año 1967, 1968 estábamos tocando en bailes y se nos ocurrió utilizar una escoba y entrar a la pista y gritar “cambio de pareja” y había algunos hombres que no soltaban a su acompañante, pero a los que sí les gustaba seguir la broma, soltaban a la muchacha, agarraban la escoba y se iban pidiendo cambio de pareja, mientras el otro se quedaba bailando con ella y así sucesivamente, entonces la gente se divertía mucho y empezaron a contratarnos pidiéndonos que amenizáramos con todo y el “Show”, que para nosotros era sólo estar haciendo el evento más divertido con ese tipo de bromas”.


“También recuerdo que en aquel tiempo, como no se usaba ponerle a las invitaciones “NO NIÑOS”, siempre las fiestas estaban llenas de criaturas corriendo por todo el lugar. Entonces empezamos a invitarlos a que tocaran con nosotros un instrumento, les dábamos un tallador de ropa como si fuera un güiro, o tocaban las maracas, los bongos, los tambores o los platillos y de repente ya teníamos a todos los niños de la fiesta arriba del escenario tocando con nosotros. Y cuando ya no teníamos ningún instrumento qué darles, les poníamos sombreritos todos “destartalados” y los papás felices viendo a sus niños participando con la Banda arriba del escenario. Todo ésto agradaba mucho a la gente y lo empezaron a llamar El Show de Witchy Band”.

“En otra ocasión estábamos amenizando una boda y a la hora de la cena estábamos tocando una música de fondo tranquila, entonces a Polo y a mí se nos ocurrió irnos caminando y salirnos a la calle.

En ese momento el secretario ya nos estaba esperando afuera con el trombón y la trompeta y cuando el resto de los músicos que estaban en el escenario, nos daban un tono, entrábamos nosotros por la puerta principal tocando “El Son de La Negra” y toda la gente se paraba y empezaba a aplaudir muy emocionada, esperando la entrada del Mariachi y ante la sorpresa del público, sólo éramos nosotros dos, por lo que les decíamos por el micrófono: “una disculpa porque el novio anda quebrado de lana y no le alcanzó para todo, entonces les trajimos al mariachi de Witchy Band” y a la gente le gustaba mucho ese tipo de bromas inesperadas”.

“También cuando nos contrataban para una boda en el Casino Monterrey, sacábamos a los novios del salón junto con sus invitados y los llevábamos a la “Plaza Zaragoza” ahora Macroplaza, tocando un cencerro bien fuerte, para ir bailando todos en fila y haciendo ambiente. Los carros empezaban a pitar a nuestro ritmo, llegábamos hasta el kiosco y subíamos a los novios al centro, Witchy Band alrededor de ellos tocando un tambor, los invitados se quedaban abajo y cantábamos “La víbora de la mar”, pero con la variante en la letra para que dijera “A la bola de víboras de la mar” y todos la cantaban muy divertidos, convirtiéndose también en parte del show”.



Witchy Band siempre destacó por sus Sketches, siempre a la vanguardia de los acontecimientos del momento, ¿contaban ustedes con alguien que les escribiera sus rutinas cómicas? 

“No, todos nosotros escribíamos nuestras rutinas y aportábamos las ideas de lo que estuviera de moda, para hacer el show cada día más completo. En una ocasión vinieron del Programa El Gordo y La Flaca, al igual que de otros programas importantes de México, para ver cómo era que Witchy Band hacía todo eso. Quedaron encantados y se llevaron el Show grabado. Recuerdo que en esos momentos nos presentábamos diariamente en el Teatro Montoya con llenos totales”.

¿Cuánto tiempo pasó desde el inicio de Witchy Band, a que lograran encumbrarse tan exitosamente? 

“Pasaron varios años de presentaciones ya con el show incluido y duramos en la cumbre más de 37 años, con teatros llenos. Solamente en el Teatro Montoya, estuvimos trabajando con mucho éxito durante 19 años”. 

¿Cómo surgió la idea de que una banda cómico musical se presentara en teatro? 

“Esa idea inició porque la suegra del bajista de la banda trabajaba en el Municipio y nos ofreció conseguirlo. En la ANDA nos dijeron que no nos iban a cobrar nada, ya que nadie llenaba ese teatro por estar muy grande. En esa primera presentación, nos llevamos la gran sorpresa que para las 7:00 de la noche, ya se habían agotado todas las entradas y aún había muchísima gente queriendo comprar boleto, al grado que rompieron las puertas del teatro y tuvimos que hacer una segunda función a las 10:15 P.M., en la que la gente se acomodó hasta en los pasillos, en las orillas del teatro y hasta en el lobby. 

Ese fue el primer teatro que hizo Witchy Band. El segundo fue el Teatro Montoya, a donde nos llevó el Sr. Andrés Bermea y a quien recuerdo le preguntaban sobre si estaba seguro de lo que iba a hacer; él decía que por supuesto, hablando los resultados por si mismos al conseguir Witchy Band llenos completos durante 19 años consecutivos, con dos presentaciones diarias de lunes a domingo”.

“Cuando quisimos regresar a trabajar ahí, ya lo habían convertido en escuela y al entrar y ver una alberca en lo que era el escenario, la verdad se me rodaron las lágrimas, sentí muy feo al ver el lugar donde estuvimos toda una vida y en donde hubiéramos podido seguir de no ser por la inseguridad”.

¿Cuál consideras que fue el secreto de Witchy Band para conquistar a un público tan grande y permanecer en la cumbre durante tantos años? 

“Primeramente fue la convivencia interna, porque eso lo reflejas y el público lo percibe; como nos conocíamos desde la primaria, cuatro de los integrantes de la banda estuvimos en el mismo salón en la Escuela Fernández de Lizardi y todos vivíamos en el mismo barrio en el centro de Monterrey y creo que la parte fundamental fue el que siempre nos lleváramos muy bien entre nosotros, primero como amigos y después como compañeros de trabajo y el éxito fue porque hacíamos las cosas que nos gustaban y que disfrutábamos.  

Era tal el cariño de la gente hacia nosotros, que cuando nos equivocábamos en la letra de una canción, le componíamos y el público pensaba que era parte del show y a eso se le llama “parodia”, así que iniciamos haciendo “Parodias” con un tipo Karaoke personalizado, porque escribíamos las canciones en cartulinas grandes y las levantábamos para que el público las leyera y cantara con nosotros”. 

“Todos en Witchy Band escribíamos nuestras rutinas y aportábamos las ideas de lo que estuviera de moda, haciendo así el show cada día más completo”

Compártenos una anécdota que para ustedes haya sido muy importante y siempre la recuerdan con cariño. 

“Una en especial no podría ya que son demasiadas y vivimos muchos momentos que fueron muy importantes para nosotros. Recuerdo cuando Enrique Cuenca “El Polivoz” se subió a tocar con nosotros y también cuando en otra ocasión en la Zona Rosa, el Príncipe de la canción José José (QEPD) cantó también con la banda, pero curiosamente no supimos que era él hasta que ya se había ido. Lo mismo sucedió con Cesar Costa, Enrique Guzmán y Camilo Sesto cuando este último se presentó en La Plaza de Toros ante un lleno total. 

Recuerdo que a nosotros nos tocaba abrir su espectáculo y al terminar nuestro show, le dijimos a todo el público que en agradecimiento por habernos ido ver, con el mismo boleto podían quedarse a ver a Camilo Sesto. Al bajar yo del escenario me encontré con él y me dijo “!Muy bien muchacho, qué buena broma!”. Son de las cosas que se te quedan grabadas para siempre”.

¿Qué proyectos tienes actualmente? 

“Volver con el espectáculo de Witchy Band para el mes de noviembre de este año, ya estamos ensayando muy duro. En el bajo está Lalo, al piano está Inés, la Bruja está en la batería. Al frente está Rufo “El de la Copa”, Pepe Garza de la Banda Luisiana, Darío Show y un servidor. Somos siete elementos como lo era la original Witchy Band; ya hicimos una presentación para calarnos en el Auditorio de Chavana en Santiago, N.L. Fue una sorpresa ya que nadie sabía que se presentaría Witchy Band y nos fue mucho muy bien”.

¿Cuál ha sido en tu vida el ingrediente o la fórmula para mantenerte activo todos estos años? 

“Las ganas de ayudar a la gente que lo necesita, tanto en el ambiente artístico como a otras personas fuera de éste. Si necesitan un medicamento, una silla de ruedas o lo que sea, yo siempre estoy ahí, no importando la hora yo ayudo en lo que sea, me gusta demostrar el amor al prójimo y creo que: Quien no nace para ayudar, no sirve ni para apoyarse él mismo”.

¿Hay algo que como director de una banda tan exitosa te hubiera gustado hacer y que no te fue posible? 

“Sí, reunir a todos nuestros hijos para que hicieran una presentación como “Los hijos de Witchy Band”, ya que todos ellos tocaban algún instrumento o cantaban, pero no fue posible realizarlo por cuestiones de trabajo de ellos”.

¿Qué reconocimiento estás por recibir? 

“El de los 50 años de Witchy Band, me lo hace la Asociación Nacional de Actores, presidida por la Sra. Nena Delgado. Creo será el próximo mes de noviembre”.

¿Hay planes a futuro para el concepto de Witchy Band? 

“¡Si claro, seguir trabajando! Ahora sí que hasta que el cuerpo aguante. Me gustaría agregar que ya estamos activos otra vez y listos para presentarnos dentro y fuera del país”.


Semblanza

Nació en la ciudad de Monterrey, N.L. en el año 1950, estudió hasta el cuarto año de la carrera de Licenciado en Derecho y Ciencias Sociales. Siendo aún muy joven y cursando la Secundaria, decidió dedicarse de lleno al ambiente artístico como músico y cantante.

Su inquietud y pasión por la música, lo llevó a reunir el talento musical de un grupo de amigos que también eran sus compañeros de escuela y vecinos en el barrio de La Purísima. Con ellos convivía diariamente en la plaza y disfrutaban escuchando cartuchos de 8 Tracks que estaban de moda en ese tiempo, logrando así formar un grupo musical que inició haciendo bailes en casas de sus amigos y que al poco tiempo le darían el nombre de Witchy Band, grupo que rápidamente se iría posicionando en el gusto del público regio durante casi cuatro décadas.

Fueron los pioneros haciendo presentaciones en teatro, con un espectáculo cómico musical, iniciando en el Teatro Calderón, para posteriormente presentarse en el Teatro Montoya, donde permanecieron con llenos totales durante 19 años continuos, con dos funciones diarias de lunes a domingo hasta el año 2014, año en que tuvieron que retirarse del lugar por problemas de inseguridad.

A través de los años Javier López Garay se ha dedicado a la promoción de nuevos talentos, así como de artistas consagrados. Actualmente está preparando el retorno de la Banda Witchy Band a los escenarios regios.