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Por: Miguel Ángel Arritola
Fotografía: Martín Fuentes
Fotografía: Martín Fuentes
Veredicto: ¡condenados!
Oscura, densa y reveladora, así es la “Severa
vigilancia”, de Jean Genet que se estrenó y estará
todos los martes en Casa Musa bajo la dirección
de Enrique Rodriguez.
"Severa vigilancia” es tan
sórdida como la vida
misma, tan retorcida
como cualquier relación humana carente
de valores y tan violenta como
lo puede ser una celda en una
prisión, habitada por tres
mentes enfermas de odios y
recelos.
La puesta en escena, como
el propio director Enrique
Rodríguez lo señala, es una
paradigmática obra de Jean
Genet donde tres delincuentes
homosexuales, presos en una
misma celda, desatan con furia
todas las pasiones que llevan
“presas” en el corazón y que
brotan de manera despiadada
hasta oscurecer aún más sus
tristes existencias.
Lo poderoso de este montaje es la estricta dirección con
la que Enrique Rodriguez llevó
de la mano a cada uno de los
personajes, sin tregua alguna
hasta colocarlos en una explosión de emociones, tan encontradas como tan depresivas.
Los tres personajes que protagonizan “Severa vigilancia”
esconden de manera culposa
su orientación sexual y cuando
ésta se atreve a salir, se desatan
aquellos temperamentos cargados de odios y resentimientos ante una libertad negada,
prohibida y enloquecedora.
El argumento de la obra
gira en torno a Ojos verdes
(Sergio Duarte), el preso que
está sentenciado a muerte por
el asesinato de una prostituta
en un arranque de furia. El
sería “el chulo” de la prisión,
la carne prohibida, la tentación sexual para sus dos
compañeros, dos reos de
menor calibre, pero igual de
perturbados, que conviven
día y noche en ese pequeño
espacio que abriga todo un
mundo desolador.
Uno de esos presos responde al nombre de Julio (Dan
Rodríguez) próximo a cumplir
su condena por robo y Mauricio
(Santiago Luna), el hermoso y
pequeño Mauricio, quien también está encarcelado por robo
y a quien le faltan tan sólo 30
días de cárcel.
Duarte, Rodríguez y Luna
sostienen verdaderos encuentros de pasión y entrega y decir
que uno luce más que el otro
sería restarle brillo a tres estupendos trabajos actorales.
Hay un cuarto y quinto
personajes en la historia; El
Vigilante (Roberto Flores) que
se encarga de “apaciguar” el
desorden en esa celda. Su breve
participación es muy acertada
y “Bola de Nieve”, un asesino
que tan sólo mencionan,
patrón a seguir e ídolo de los
tres presos.
Severa vigilancia”, la primera obra teatral del escritor
francés Jean Genet, apunta de
manera directa a ese drama
que viven tres reos en una
celda, esas tres vidas “amorales” que buscan la supremacía, uno frente a los otros,
escondiendo sus miedos y
sus truculentos y oscuros
deseos sexuales, mostrando
de manera fallida esa valentía
que los lleva a todo, menos a la
libertad deseada.
“Severa vigilancia” estará en
Casa Musa todos los martes de
octubre a las 21:00 horas.
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