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La banda se presenta exitosamente en su tierra natal,
para ofrecer material de su más reciente producción
“Resurgence”, al igual que recordar temas de sus
anteriores producciones.
Eran las 5 am del sábado 21 de Diciembre,
cuando la alarma de mi teléfono me despertó. Ese día era el concierto de la banda
Sons Of Texas, que se llevaría a cabo en la
ciudad de McAllen, TX, ubicada a menos
de 3 horas por carretera desde Monterrey.
El plan era salir temprano, para poder aprovechar
la visita y realizar algunas compras con motivo de
las fiestas decembrinas, antes de atender la cita que
tenía con los chicos de la banda, en el lugar donde
nos íbamos a encontrar.
Bien bañaditos, ya vestidos y con una taza de café
para despertar, nos subimos al Mvffin-móbil, a eso
de las 6:40 am y rumbo a la carretera donde nos
esperaba una lluvia leve pero constante, de esa que
no es tan peligrosa, pero que si molesta bastante al
conducir.
Manejando a una velocidad crucero de 115 km/h,
tomaba las rectas y las curvas que teníamos por
delante y sólo disminuía la velocidad para detenernos
en las casetas de cuota. La lluvia aligeró y pude ver
los tímidos asomos de un sol que se negaba a aparecer por entre las nubes y que volvía a desaparecer
después de unos cuantos segundos, para reanudar
la lluvia que nos acompañó a lo largo del camino.
Ya llevábamos medio camino recorrido por la
carretera Monterrey-Reynosa, cuando el café que
tomé por la mañana exigía ser liberado. Llegamos a
un famoso paradero donde hay baños, un restaurante
y una tienda de conveniencia. Al restaurante ni lo
“pelamos”, teníamos más prisa por llegar a McAllen,
que tiempo para sentarse a perder precioso tiempo,
atendiendo nuestra necesidad de alimento. En vez
de eso, optamos sólo por usar el baño para desalojar
la vejiga y comprar una botella de agua cada quien
para así seguir nuestro camino.
Durante el trayecto todo era risas y diversión. La
antelación de lo que nos esperaba era lo que mantenía
nuestro humor y espíritu alegre: la oportunidad de
entrevistar a SOTX, las compras en época de Navidad… ¿qué más podíamos pedir?
Poco antes de las 10 am, estábamos llegando a la
ciudad de Reynosa, Tamps, donde se encuentra el
Puente Internacional Anzalduas, por el que teníamos
planeado cruzar al “otro lado”. Tomamos la desviación que nos conduciría hasta el cruce fronterizo, ya
a menor velocidad pero la misma emoción, pues el
límite de velocidad que indica es menor cuando te
acercas al cruce. El camino estaba prácticamente libre
salvo por 2 o 3 autos que viajaban delante nuestro,
cuando al salir de una curva, la reja que flanqueaba
el puente nos dejó ver la kilométrica fila que había
que cruzar hacia la frontera.
“Creo que nos va a llevar una hora u hora y media
cruzar” - dije en voz alta. “Bueno, aun estaremos a
tiempo para comer antes de ir a la entrevista” - respondió mi hijo.
Y así como si nada seguimos con la plática, escuchando canciones y haciendo planes del recorrido que
haríamos cuando llegáramos allá. El tiempo pasó
y la fila sólo había avanzado unos cuantos metros,
miré el reloj del Mvffin-móbil y éste marcaba las 11:07
am… ¡ah caray! No parece que la fila vaya a tardar
esa hora y media que había pensado.
una especie de juego de frena y avanza; donde
frenabas durante varios minutos para avanzar sólo
por 1 o 2 segundos, antes de volver a detenerte. La
gente bajaba de sus autos para estirar las piernas
y asomarse para ver cuánto faltaba para llegar al
punto de revisión. Yo mismo lo hice, mis piernas estaban entumecidas y necesitaba estirarlas un poco,
me asomé a ver cuánto faltaba y mi corazón se hizo
chiquito al ver tan larga fila. La gente también bajaba
de sus autos con sus pequeños para llevarlos al baño,
que quedaba varios metros adelante, justo al lado
del puesto de revisión. Los veías pasar al lado de tu
ventana y no regresaban sino hasta 45 o 50 minutos
después, luego de una larga caminata hasta el WC.
¡Eso era un caos! Y como no iba a serlo si era el 21 de
Diciembre, ¡último fin de semana antes de Navidad!
Fechas en las que todos queremos ir a las grandes
tiendas a surtirnos de cuanta cosa se nos atraviese
en el camino.
Quisiera en verdad poder describirte lo que se
siente estar ahí, esperando poder avanzar, sin poder
tomar atajos de ningún tipo. Lamentándote por no
haber comprado ese paquete de galletas de la tienda
a mitad de la carretera, que tu estómago te reclama.
Tendrías que pasar 4 horas sentado frente al volante
de un auto prácticamente detenido para poder imaginarlo, dando vueltas en el asiento para acomodar
tu trasero, a una posición menos incomoda que la
anterior, porque ya estás más allá de lo que se puede
llamar “acalambrado”, sin nada que comer, sin agua
que beber. Pasar de tener frío a tener calor, para a los
5 minutos volver a tener frío de nuevo y sin poder abrir
las ventanas porque la lluvia mojaría el interior. El
tener por momentos que soportar la radio local, pues
el USB de mi auto ya no quiso funcionar, al igual que
librar la batalla contra ese mismo aparato, al cambiar de estación en estación llena de música tropical,
norteña, de iglesia y hasta escuchar el anuncio de la
Sra. Tania, a quien puedes acudir si tienes problemas para dormir, dolores, problemas de dinero y hasta
si ves fantasmas… pues tiene el “don del sobador”.
Hasta que finalmente pude sintonizar una estación
bastante buena de música Country (K-TEX), ubicada
en el Valle de Rio Grande.
Todo eso sucedió ANTES de llegar al punto de
revisión, justo a la 1 pm, cuando alcanzamos a ver
la caseta. De ese punto y hasta que llegamos, nos
tomó una hora y 15 min más, toda una travesía. Total,
pudimos cruzar sin ningún problema alrededor de
las 2:15 pm, para ahora si poder dirigirnos a McAllen.
El itinerario que habíamos hecho se fué por la borda,
había que improvisar sobre la marcha y atender las
necesidades antes de hacer cualquier otra cosa.
NUEVAS PRIORIDADES:
1 - Hacer el “check in” en el hotel y dejar maletas
2 - Comer tranquilamente
3 - Encontrarnos con la banda SOTX
El Highway 83 que nos llevaría al hotel, estaba
siendo reparado y nos tomaría cerca de 90 min adicionales llegar.
NUEVAS “NUEVAS PRIORIDADES”:
1 - ¡Comer, Comer, Comer!
2 - Hacer el “check in” en el hotel y aventar las maletas al cuarto
3 - Salir a toda velocidad para encontrarnos con
los de la banda SOTX
Nos “atragantamos” con una hamburguesa, papas
fritas y un refresco cada quien, llegamos al hotel apuradamente, fuimos al baño y salimos disparados a
nuestra cita. Dejamos a mi esposa en el Mall, para
que fuera de compras y a los 10 min estábamos llegando al cine “El Rey”, lugar de antigua tradición
en Downtown McAllen, donde una gran variedad de
eventos se han llevado a cabo y entonces entramos
al lugar donde Reno Jr y yo fuimos recibidos por la
banda de manera por demás amable. Nos dieron
nuestros pases VIP, tuvimos acceso a ver el “Soundcheck” y platicamos acerca del equipo que usan.
Después firmaron autógrafos, se tomaron fotografías
con sus fans y hablamos también acerca de nuestra
aventura de 4 horas para cruzar la frontera.
A pesar de que estaban muy ocupados coordinando
la “tocada” que se iba a llevar a cabo, Jes DeHoyos,
guitarrista principal de SOTX nos regaló unos minutos de su valioso tiempo para poder entrevistarlo y
hablar de su nuevo material llamado RESURGENCE,
de cómo fue su proceso de grabación, su inspiración,
que es lo que ven en el futuro de la banda y lo que
esperan para el año 2020.
En punto de las 7 pm, 12 horas después de haber
comenzado nuestra travesía, dió inicio la presentación
de las bandas encargadas de abrir el show: VIBRAHEAVEN con su Rock/Metal Alternativo y un poco
experimental para mi gusto, pero muy bien ejecutado
en general. A esa banda local le siguió la presentación
de AND THE HERO PREVAILS, con un metal más duro
combinado con algo de música electrónica, que me
recordó a Linkin Park, muy disfrutable mientras el
recinto seguía llenándose. Al terminar, tocó el turno
a COLDCASKET, banda de San Antonio, TX, que trae
un sonido más contundente que el de sus antecesores,
elevando y encendiendo aún más el ambiente de los
que estábamos ahí presentes. SHATTERED SUN fue
la cuarta y última banda abridora de la noche, que
terminó por llenar el recinto y dejar todo preparado
para que la banda de la noche, por quien nos aventuramos en esa odisea llena de obstáculos y dificultades,
¡SONS OF TEXAS! comenzara con su actuación.
La primera canción del set fué “Resurgence”, a la
que el público recibió con mucha energía. Inmediatamente siguieron con “Spoils Of War”, sin poder faltar
después el nuevo single de su más reciente producción
“Lock, Stock & Barrel” una de las más aplaudidas de la
noche. Y la noche siguió con lo mejor de sus álbumes
anteriores, también haciendo guiños a canciones de
bandas que los influenciaron musicalmente, como el
intro de “Master Of Puppets” de Metallica y “Sharp
Dressed Man” de ZZ Top, para coronar la presentación
con el cover de “I’m Broken” de Pantera, banda de
gran influencia en el estilo de SOTX y donde rinden
homenaje a los hermanos Abbott: Dimebag y Vinnie
Paul, quienes ya fallecieron, pero siguen vivos en
nuestra memoria gracias a su música.
¡Qué manera de cerrar un show!
El evento concluyó con la energía en lo más alto y la
gente totalmente satisfecha. Se notó que los músicos
aman lo que hacen y que lo hacen muy bien. Es por
eso que desde que fuimos invitados por Jes DeHoyos,
me emocioné. Hace 2 años que asistimos por primera vez a su show en la misma ciudad, pude ver de
lo que son capaces de hacer. Fue uno de esos eventos
que se quedan marcados en tu corazón por siempre.
Los inconvenientes en el camino, el hambre y el
trasero destruido por las largas horas al volante del
vehículo, quedaron olvidadas con la buena experiencia del show.
Esperamos a que los muchachos saludaran a sus
fans, para poder entrar al backstage, agradecerles
por la invitación y despedirnos esperando pronto
volver a la ciudad donde SOTX inició. Y como dijo
Mark Morales, vocalista de la banda, “Es un orgullo
poder cerrar el año en nuestro propio backyard”.
Esperamos a que los muchachos saludaran a sus
fans, para poder entrar al backstage, agradecerles
por la invitación y despedirnos esperando pronto
volver a la ciudad donde SOTX inició. Y como dijo
Mark Morales, vocalista de la banda, “Es un orgullo
poder cerrar el año en nuestro propio backyard”.
Volvimos al hotel con comida, pues estábamos
hambrientos y con sed. Cenamos y dormimos como
“troncos” después de tantas horas de ajetreo, pero
satisfechos y con nuestro “tanque” en FULL, esperando
descansar lo más posible pues nos esperaban otros 2
días de compras frenéticas, caminar y caminar, tiendas llenas a reventar, ofertas atractivas, más caminar
y caminar, cargar muchas bolsas y probarte ropa.
Llegar a dormir y al otro día: REPETIR…
Ese es el precio a pagar, pero que valió la pena
para poder ver a Sons Of Texas, una banda tan grande
como Texas mismo.
René “Reno” Aldrette
Instagram: @blackmetalmvffin666
FB: @BlackMetalMvffin
Twitter: @blackmetalmvfin
blackmetalmvffin@gmail.com
blackmetalmvffin@gmail.com
Arquitecto, artista plástico,
músico y promotor del género del Metal.
Actualmente conduce el canal digital Black Metal Mvffin,
promociona la cultura de la escena musical, así como
realiza reseñas de bandas y eventos musicales del Metal
en México y el mundo.
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