Por:
Gabriela Arenas
Fotografía:
Especial
¿Dónde está Samuel Noyola?
Samuel Noyola era considerado por Octavio Paz como
el poeta más inspirado de su generación y lo mantuvo
bajo su protección.
Navegando por internet hace algunos días,
me encontré entre miles de historias, una
que, aunque creo es algo fantasiosa, por
alguna extraña razón llamó poderosamente mi atención. Era el relato de una
aventura entre dos personajes de la cultura regia.
Siendo uno de ellos totalmente desconocido para mí,
me di a la tarea de investigar acerca de él. Mi sorpresa fue mayúscula, al encontrarme con una intensa
historia y además con un misterio aun sin revelar.
Su nombre era Samuel Noyola, nacido en Monterrey,
Nuevo León, un 8 de febrero de 1965, poeta, profesor
e investigador de la lengua y literatura española en el
Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid.
Era corrector y traductor de las editoriales Vuelta,
Santillana y Mondadori, al igual que fundador de
Perro Bravo, Editores.
Octavio Paz lo consideraba el poeta más inspirado
de su generación y lo mantuvo bajo su protección. Poco
después de la muerte del Nobel de Literatura en 1990, el
cineasta regiomontano Diego Enrique Osorno conoció
a Noyola. Diez años después intentó reencontrarse de
nuevo con el poeta regio, pero simplemente había desaparecido. Entonces inicia una búsqueda con cámara en
mano, que da como resultado el documental “Vaquero
de Mediodía” (como se denominaba el mismo Noyola),
donde fotógrafos, escritores y periodistas hablaban
acerca de su poesía, su cercanía con Octavio Paz, su
participación como guerrillero en la Revolución Sandinista y de su alcoholismo.
Por las mismas indagaciones de sus amigos, se
sabe que su último empleo fue como franelero del
estacionamiento de los artistas que iban a tocar a La
Maraka, un populoso centro nocturno de la CDMX.
En octubre del 2007 Noyola publicó para la revista
Letras Libres, uno de sus últimos textos del que se
tiene conocimiento, en donde habla justamente de sus
días en La Maraka. Su personalidad intensa, brillante,
irreverente y sensible, le acarreó varios enemigos
en el mundo cultural, dando como resultado que su
obra fuera difícil de conseguir en librerías y que su
nombre fuera borrado de los diccionarios de escritores, a pesar de su gran talento.
Algunas personas dicen que Samuel Noyola falleció
en la calle a causa de su alcoholismo y que su cuerpo
se encuentra en la fosa común. En nuestro país miles
de mexicanos actualmente se encuentran desparecidos y es muy probable que éste haya sido también el
final de Samuel Noyola, aunque tal vez el poeta eligió
perderse y escapar de la terrible rutina de la vida.
gabyarenas1@gmail.com