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Por: Gabriela Arenas
Fotografía: Enrique Metinides
Hoy ya retirado, es muy reconocido en el mundo de la fotografía, sus imágenes se han presentado en exposiciones tanto
en México como en
Fotografía: Enrique Metinides
A lo largo de 50 años, el fotoperiodista
ha retratado a víctimas de terremotos,
balaceras, crímenes, explosiones y
accidentes.
La vida es sumamente frágil, vivimos nuestra existencia en
una especie de burbuja que va flotando por la vida rodeada
de alfileres y a veces sus brillantes colores, nos hacen
olvidar que en cualquier momento se puede reventar.
Enrique Metinides, maestro del fotoperiodismo, logra con sus
imágenes conectarnos con esa fragilidad que negamos o escondemos
dentro de nosotros mismos, ya que tratamos de vivir basándonos
en un falso ideal donde no queremos ver nada que nos afecte como
sociedad.
Hijo de padres griegos, nació en la Ciudad de México un 12 de
febrero de 1934. Inició con su amor a la fotografía a los 9 años,
cuando su papá le regaló su primera cámara. Con ella tomaba
fotografías de accidentes en la pantalla del cine, para su colección,
naciendo así su idea de ser fotógrafo de accidentes. Publicó su
primera fotografía a los 12 años, iniciando su carrera fotográfica
como ayudante de un fotógrafo en el periódico sensacionalista
“La Prensa” en el cual trabajó por varias décadas. “Se las llevé y le
gustaron tanto que me hizo su asistente”. Así empezó mi carrera,
en vez de jugar con la pelota, jugaba con la cámara y quién me iba
a decir que esa sería mi profesión”. Totalmente autodidacta, jamás
estudió fotografía ni periodismo.
A lo largo de sus 50 años de trabajo como fotoperiodista, ha
retratado a víctimas de terremotos, balaceras, crímenes, explosiones y accidentes. “He visto tantos muertos que si los pusiera uno
sobre otro formaría una montaña más alta que el Popocatépetl y
podría llenar hasta tres infiernos”.
Sus composiciones fotográficas llenas de perfección nos llevan a
explorar a la muerte, nos hablan de su atenta mirada, pero siempre
de una manera respetuosa al dolor de las víctimas. En sus imágenes
encontramos más humanidad que morbo.
Estados Unidos, España, Londres.
Sus fotografías son un reflejo de la fragilidad de nuestra existencia, algo
que finalmente nos conecta a todos en el aquí y ahora. Artistas
como él son indispensables en nuestros tiempos, en una sociedad
de tantas evasiones.
No podemos olvidar que nuestra fortaleza es proporcional a
nuestra capacidad de admitir nuestra fragilidad y vulnerabilidad.
gabyarenas1@gmail.com
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