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COVID-19 : crónica
de una cuarentena
Te invito a que te cuides y salgas sólo para lo necesario.
No abandones o dejes sin atender a quien lo necesite y
si puedes ayudar hazlo, pero sin ponerte en riesgo tu ni
a los que te rodean.
Abril 20 del año 2020… Por lo general
para estas alturas del mes, ya tengo mi
artículo terminado y listo para enviar al
editor antes de ser publicado. Y si te soy
sincero no sé sobre que escribir. Y no es
por falta de creatividad, sino porque mi mente está
ocupada tratando de lidiar con la pandemia que hoy
está partiéndole la madre al planeta, en particular a
los seres humanos. Y es por eso que en esta ocasión
voy a abordar este tema que para todos es de suma
importancia.
De alguna manera, esto me tiene distraído. En las
noticias, en la radio o en internet lo único que veo
son las palabras “Coronavirus”, “COVID-19”, “Pandemia”, “Quédate en Casa” y “MUERTE” por todos
lados… estoy llegando a mi límite y mi cerebro está
saturado, pero no puedo ni debo cerrar los ojos ante
una situación como esta.
Encierro y aislamiento social… es un juego de
paciencia y hay que aprender a jugarlo correctamente.
¿Mi rutina ha cambiado?
Claro que sí, la mía y la de todo el mundo. Pues,
aunque yo siempre hago Home Office y estoy habituado a estar casi todo el día solo en mi casa haciendo
lo mío, no es lo mismo estar con toda la familia TODO
el día conviviendo, estábamos acostumbrados a vernos en ciertos momentos del día o la noche y hoy es
muy diferente.
En cambio, estamos mi hijo, mi esposa y yo aquí
metidos las 24 horas, viendo nuestro espacio personal
reducido y hábitos y rutinas trastocadas. Ellos están
acostumbrados a ver mucha gente en su prepa o en
su oficina respectivamente, están en otro ambiente,
platican y conviven con otras personas. Yo trabajo
desde casa, pero también tengo mis salidas diarias
como lo he hecho desde hace varios años. Lo que
sabemos es algo normal en la vida de las personas y
aunque mucha gente se ha visto obligada a trabajar
desde su hogar, niños y jóvenes ahora llevan clases
on-line, pero hace falta el contacto humano.
Las pláticas con la familia mientras estamos
encerrados redundan en lo mismo. Y los temas que
hablamos se han vuelto cada vez menos variados,
viéndose reducidos casi siempre a hablar sobre el
COVID-19 y lo relacionado a ello.
Me sorprendo muchas veces, parado junto a la
ventana viendo hacia la calle, esperando que algo
interesante suceda. Lo más interesante que he visto
es que mi vecina salga despeinada y en pijama a sacar
el bote de basura y se mete corriendo a su casa creyendo que nadie la vio… ¡JA, suerte con eso! Tengo
que buscar otra cosa que hacer. Hace falta mucha
fuerza mental para poder soportar un encierro de
esta magnitud.
El tener que salir a la calle solamente para lo más
necesario, y al salir tienes que hacerlo con cubre bocas
y a veces guantes. Tomar tu distancia en lugares públicos y estar atentos a que los que están a tu alrededor
también estén cumpliendo con su parte, es un ejercicio
mental al que lleva tiempo acostumbrarse.
Pues aún hay gente afuera que no respeta esas
normas (o que no cree en la enfermedad) y parece
no importarles su salud ni la de los demás.
Yo me cuido porque me preocupa mi salud, pero
más allá de eso, me cuido porque me preocupa mi
familia. Tengo en casa un hijo y una esposa a los que
amo y no quiero que por un descuido mío, alguno
de ellos llegue a enfermar. Tengo que cuidarme por
mis padres (quienes han hecho tanto por mi), porque al ser personas de la tercera edad, necesitan no
arriesgarse a salir.
Tengo que velar por ellos y lo que se les pueda
ofrecer. Tengo que ver también por la sociedad en que
vivo, pues si no me cuido y no cumplo con las reglas
establecidas de sanidad, podría causar el contagio
de decenas o centenas de personas y talvez hasta la
muerte de un gran porcentaje de ellos. Y no podría
soportar esa carga causada por una simple necedad de querer salir o por la incredulidad a esta enfermedad
como he visto que mucha gente tiene.
No te voy a mentir, estas últimas 6 semanas han
pasado muy lentas y parecen interminables.
En cuanto a la escena musical se refiere, la pandemia también ha dado un duro golpe a bandas y
empresarios por igual con la cancelación de conciertos, giras promocionales, presentaciones y hasta la
grabación de material donde las rentas de los estudios
ya estaban pactadas y los contratos firmados con
cláusulas de entrega ya estipuladas.
También sé de lugares dedicados a recibir artistas y
hacer tocadas de manera regular, que han tenido que
cerrar sus puertas de manera definitiva a causa de
este virus. Esto no es exclusivo de cierto estrato social,
pues lo que esta ocurriendo no discrimina ni por raza
ni por la cantidad de dinero que tengas en el banco.
Este virus y el distanciamiento social, afecta a toda
la pirámide laboral de cualquier tipo de empresa. Al
menos no conozco a alguien a quien le pueda beneficiar totalmente una tragedia de este tipo.
Yo sé que a lo largo de la historia, hemos sido atacados por la gripe española a principios del siglo XX,
la peste bubónica, etc. Sin embargo, era hasta cierto
punto comprensible que hubiera tanta gente afectada, pues la medicina no estaba tan avanzada como hoy
en día y la comunicación no era tan eficiente.
Pero en pleno siglo XXI, en la era de la tecnología
y la comunicación, donde con un pequeño aparato en
mi mano puedo comunicarme a cualquier lugar del
mundo de manera inmediata, es difícil entender como
esto ha llegado a tanto. Pero no voy a echar culpas
o a meterme en teorías de conspiración, lo que hay
que hacer es acatar la reglas y mantenerse a salvo.
Hay una gira muy importante planeada en Estados
Unidos llamada “The Stadium Tour”, que se tiene planeada que comience a mediados de junio de este año
por varias ciudades, teniendo en su cartel a bandas
como Def Leppard, Mötley Crüe, Poison y Joan Jett.
Rikki Rockett, baterista de Poison, anunció hace unos
días en sus redes sociales, que la gira no ha sido suspendida y que no se ven planes siquiera de posponerla.
En un país ahora convertido en una zona de
desastre debido al duro golpe que ha recibido con
esta enfermedad, creo que sería poco responsable
y arriesgado no tomar otro tipo de medidas para
manejar este negocio. Se corre un gran riesgo de
dar un gran paso atrás en el combate al COVID-19,
pudiendo provocar un nuevo brote a lo largo de la
Unión Americana. Es una gira tan tentadora como
arriesgada y yo la verdad, “paso” por esta ocasión.
Te invito a que te cuides y salgas sólo para lo necesario. No abandones o dejes sin atender a quien lo
necesite y si puedes ayudar hazlo, pero sin ponerte
en riesgo tu ni a los que te rodean. No hay que perder
la esperanza… sobreviviremos si nos cuidamos.
Espero realmente que encuentres este artículo
útil a pesar de que toco por encima el tema musical
del que acostumbro escribir. Sin embargo, encuentro
necesario escribir mi punto de vista para poder establecer un diálogo y entender el porqué es importante
cuidarnos durante esta pandemia.
Espero que al momento que leas esto, tanto tu,
como nuestros seres queridos se encuentren bien.
Espero que pronto pase esto para poder salir a la
calle sin cubre bocas. Espero poder ver a mis amigos
y tomarnos unas cervezas de nuevo. Brindar por los
que lo logramos y por los que no.
Espero tan pronto termine esto, el poder estrechar
las manos del personal médico que tanto ha hecho
por los enfermos y agradecerle todo su sacrificio y
esfuerzo.
Espero también que los conciertos y tocadas se
reanuden. Pero sobre todo espero poder verte ahí y
saludarte como se debe.
#QuedateEnCasa
Instagram: @blackmetalmvffin666
FB: @BlackMetalMvffin
Twitter: @blackmetalmvfin
blackmetalmvffin@gmail.com
Arquitecto, artista plástico, músico y promotor del género del Metal. Actualmente conduce el canal digital Black Metal Mvffin, promociona la cultura de la escena musical, así como realiza reseñas de bandas y eventos musicales del Metal en México y el mundo.
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