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Monter platica con haitianos en Monterrey | RAÚL MONTER | Octubre 2021


Monter platica con haitianos en Monterrey

¿Por qué Haití es un país pobre?

El estancamiento económico es el resultado de inapropiadas políticas económicas, inestabilidad política, escasez de tierras cultivables, deterioro medioambiental, uso continuo de tecnologías inadecuadas, falta de inversión pública en recursos humanos, migración de grandes grupos de la población calificada. La ONU estima que casi 4 millones de haitianos, de cerca de 11,5 millones, padecen inseguridad alimentaria. Un quinto de la población, cerca de dos millones de personas, se ha visto forzado a emigrar. El 80% de todos los haitianos son pobres (54% se encontraban en extrema pobreza) y el 47,1% son analfabetos. El PBI per cápita de Haití es menos de una sexta parte del de República Dominicana. 

¿Por qué huyen los haitianos? La isla sufrió la peor deforestación de la región, como lo muestra el hecho de que no se haya recuperado en cuatro siglos; hoy día, su territorio está 98 por ciento deforestado. La mayoría de la población depende de la tala para cocinar, lo que hace la recuperación casi imposible y, con esto, las tragedias climáticas cada año son más desastrosas: sin árboles, las lluvias y los huracanes provocan deslaves que arruinan la tierra arable y hacen más vulnerable a la población ante la potencia de las tormentas de las últimas dos décadas por crisis que le han impedido superar su prolongada pobreza.

Estos son datos duros. Sin embargo, cuando me enteré que cientos o miles de haitianos están llegando a Monterrey decidí platicar con ellos. Los encontré en 3 alberges ubicados en la zona metropolitana de esta ciudad, los cuales son Casa INDI, Casa Monarca y Casa Nicolás. 

Pude platicar con algunos de ellos, gracias al apoyo y traducción de Jacob, quien llego junto con un grupo. Actualmente se estima hay alrededor de 5 mil y se espera en los próximos días otra oleada de cientos más que huyen de la frontera de EUA. Por razones de prudencia cambie sus nombres, pero no el contenido de sus historias. 

Plática con Jacob. Nació en Puerto Príncipe, tiene 26 años es ingeniero agrónomo graduado en República Dominicana, trabajaba exitosamente hasta que lo acusaron falsamente de robo y lo deportaron, todo por envidias de sus colegas de trabajo y de su jefe, habla perfecto español, dejo a su familia, para llegar a EUA y poner en práctica de su profesión, me confeso que está pensando en quedarse en México, si consigue los papeles del INM.

Plática con Jean. Nació en Gonaives, tiene solo 19 años, es pescador y arregla lanchas, decidió salir ya que su familia perdió todo a raíz de la última tormenta llamada Grace, tomo la decisión de irse a través del mar, para llegar a Honduras y a partir de ahí caminar miles de kilómetros, cruzando Guatemala y México, para llegar a EUA. El dinero se le acabo y los “coyotes” lo abandonaron en San Luis Potosí, ahí conoció a otro grupo que venía al norte y se integró con ellos, la paga fue su cuerpo, es decir se prostituyo, lo cual para él ha sido dramático. Me hizo jurar, que no pondría su nombre en este relato, pues le daría vergüenza que su padre y madre se enteren. Está pensando ir a Tampico por trabajar en lo que él sabe, pescar y arreglar lanchas. 

Plática con Giselle. Nació en Pentionville, muchacha de 21 años, bonita, espigada, pero con la tristeza en su carita. Ha viajado con su mama y hermano de 16. Su padre se quedó allá, pues estaba muy enfermo. Por cierto, se enteró que falleció hace pocas semanas, llevan 8 meses de travesía desde Honduras. Con lágrimas dijo que sus papas tuvieron que vender a su hermanita de 14 años, a los traficantes de blancas, para hacerse de dinero. Giselle, se opuso al trato y le rogo a sus papas que mejor la vendieran a ella, pero los traficantes respondieron que estaba muy vieja. Para ella, ha sido un dolor intenso, no saber dónde y cómo esta su hermana. Cuando platico conmigo, sus ojos eran un mar de lágrimas y su rostro la imagen clara de la frustración y desilusión.

Plática con Marie. Nació en Maniche, ubicada en zonas altas de Haití, donde la desforestación ha arrasado con todo, incluyendo su casita, el sembradío de su familia, así como la pequeña iglesia que describe como el lugar que le daba paz. Viene sola, porque en el trayecto murieron sus dos hermanos en manos de los “coyotes”, debido a una fuerte discusión de dinero. Su padre también pereció, ya que se enfermó de COVID-19 y no lo quisieron atender en ningún hospital, es más su cuerpo no lo pudo rescatar y dar sepultura, pues le pedían miles de pesos, que no tenía. Actualmente se mantiene, cuidando a los niños de las familias que van en el mismo grupo y comparten con ella los pocos alimentos que tienen. 

Ahora estoy convencido que el ser humano es el depredador más peligroso.

Quisiera compartir más historias, pero estoy seguro que con estos pequeños relatos, podrán darse cuenta, que la vida de estas personas es sumamente complicada, por ello los invito a ser caritativos y acudir a estos centros de ayuda humanitaria a inmigrantes. 

  • Casa Nicolás, teléfono (81) 2169 8232. Horario de atención: 17:00 a 21:00 horas Emiliano Zapata 4417, esq. con Serafín Peña, Col. Guadalupe Victoria, Guadalupe, Nuevo León, 67180  
  • Casa Monarca, Calle Hidalgo No 100, Col Centro. Santa Catarina, teléfono: 8183906305.
  • Casa INDI. Avenida Bernardo Reyes 2404, Bella Vista, 64440 Monterrey, Nuevo León, teléfono: 81 8374 7221.

Raúl Monter Ortega 
raul.monter46@gmail.com 
Instagram: @monterraul 
Facebook: monter.raul

Coordinador de Campañas Electorales a nivel Federal, Estatal y Municipal. Editorialista, observador y activista de la vida política nacional. Promotor de las libertades constitucionales de los mexicanos. Es también Catedrático y vicerrector de la Escuela Superior de Procesos Electorales.