Por: Irma Idalia Cerda
Fotografías: Especial
Navidad con creatividad
Ya nos quedan unas semanas para terminar el 2021, otro año en el que tuvimos que
aprender a vivir dentro de la crisis generada
por el COVID-19, pues los contagios y los
decesos continuaron pese a que el 89 % de
la población de Nuevo León cuenta con al menos la
primera dosis de la vacuna y el 75 % con la segunda,
según declaró la secretaria de Salud en el estado,
Alma Rosa Marroquín.
Seguimos cuidándonos, pero de un par de meses
a la fecha, hemos notado más apertura: hubo muchos
asistentes a espectáculos masivos como en Pa’l Norte
y en otros eventos; en algunos restaurantes hay fila
para entrar y, últimamente más gente se anima a
viajar, aunque habrá que ver qué sucede con la nueva
variante “ómicron” y tengamos que encerrarnos otra
vez.
Pero, por lo pronto quiero abordar el tema de esta
segunda Navidad en pandemia ¿nos reuniremos todos
en familia en la cena? ¿organizaremos posadas? ¿iremos al recalentado el 25? Estas preguntas surgen
precisamente porque las restricciones se han reducido
considerablemente y ahora es común ver que haya
más convivios entre familiares y amigos.
Hace un año nos quedaba claro que no podíamos ni
pensar en hacer eso, pero ahora ya existe esa posibilidad, debido a que quienes ya se vacunaron se sienten
protegidos, aunque sabemos que ni la segunda dosis
nos brinda un blindaje del 100 %.
Además, hay que considerar otro aspecto importante: nuestra situación financiera actual, porque
creo que somos muchos los que no estamos en condiciones de gastar demasiado en los preparativos
de la temporada, en cuanto a cena y ambientación
festiva se refiere.
Por ejemplo, los pinos naturales se venden en más
de mil pesos, razón por la cual adquirir uno quedó
descartado incluso antes de la pandemia, y no queda
otra más que recurrir a la creatividad; hace unos tres
años “construí” un pino con libros, en otras navidades
las coronas en la puerta, un árbol artificial pequeño,
y el nacimiento que cada año instala mi madre, salvaron el “espíritu navideño”.
Afortunadamente hay muchos tutoriales en
YouTube para asesorarnos, porque no todos y todas
tenemos el don de las manualidades, pero la crisis
nos exige cuidar el presupuesto al máximo y por
eso intentaremos embellecer con esferas y luces las
ramas secas de un árbol y convertirlo en un “pino
alternativo”.
Así que para no perder la bonita tradición tendríamos que hacer algunos ajustes, como pensar en un
menú más accesible para la cena de Noche Buena,
o bien, ir comprando lo necesario de a poco para
no estar estresados haciendo las compras de último
momento, y tal vez de esta forma podamos ahorrar
algunos pesos.
Y estoy consciente de que habrá quienes no puedan hacer ni siquiera este esfuerzo, porque se han
quedado sin empleo y el 24 de diciembre será un
día como cualquier otro; pero por otro lado, hay
muchos afortunados que sí podrán darse el lujo de
tener una cena de tres tiempos ante un colorido e
iluminado pino rodeado de regalos con la presencia
de sus seres queridos; ojalá y estos últimos compartan un poco de su abundancia con el prójimo,
embargados por el sentimiento de generosidad que
aflora en estas fechas.
Desde hace casi dos años he adoptado la frase “un
día a la vez”, pues prefiero no hacer planes a largo
plazo, pero esta vez intentaré no ser pesimista, por
lo que pondré en marcha mi plan de “Navidad con
Creatividad” y esperaré un buen resultado.
irma_idalia@hotmail.com