ALAN ALARCÓN | Si he de morir de hambre, que sea en un escenario | EDUI TIJERINA | Diciembre 2024

¿Conoces la cláusula Van Halen? | CÉSAR PINEDA | Marzo 2022


¿Conoces la cláusula Van Halen?

Le llamamos Cláusula Van Halen a una condición absurda que se introduce en un contrato, para confirmar que se ha leído y cumplido en su totalidad.

Fue introducida por primera vez por la la banda de rock con el mismo nombre, en el Artículo 26 de su su contrato, y consistía en exigir tener un bol de M&M’s en el backstage, pero con todos los de color marrón retirados. De no cumplirse, podían cancelar el concierto y cobrar la totalidad del mismo aun sin presentarse. Años después, develaron la verdad sobre esa exigencia, aparentemente absurda. 

Sus escenarios y equipos de luz y sonido eran enormes, mucho más pesados y potentes que los normales, y su apretado calendario de conciertos les impedía revisar exhaustivamente que todo estuviera montado a la perfección.

Así que, al llegar, lo primero que hacían era mirar el bol de M&M’s y de un vistazo sabían si los organizadores habían leído el contrato con atención o no. 

Si encontraban alguno de color marrón, ordenaban revisar a profundidad todo el montaje, porque lo más probable es que hubieran incumplido muchas otras cláusulas del contrato, algunas críticas, como la estructura o la capacidad de la instalación eléctrica, que podían poner en riesgo al público y a los mismos músicos y personal técnico. 

Y esa cláusula funcionó. En un concierto en Colorado donde encontraron M&M’s marrones, el escenario se hundió 17 cm en el suelo, destrozando una cancha de baloncesto nueva que se acababa de instalar. 

Hoy, llamamos cláusula Van Halen a una cláusula absurda que se introduce en un contrato, para confirmar que se ha leído y cumplido en su totalidad. Una inteligente forma de controlar riesgos y un ejemplo del llamado control por muestreo. Controles que se basan en técnicas de probabilidad y estadística, para estimar la calidad de un lote a partir de la calidad de unos cuantos elementos del mismo, normalmente elegidos al azar. 

Y es que en muchas ocasiones es imposible o económicamente inviable, hacer un control de calidad al cien porciento de un producto, por lo que se recurre al análisis estadístico.

Pero ¿cómo podemos cuantificar un riesgo en una empresa? Puede calcularse multiplicando la probabilidad de que ocurra, del 0 al 100 %, por el impacto que pueda producir en una escala de 0 a 1, por ejemplo.

Si clasificas los riesgos en un diagrama de probabilidad-impacto, verás que este cuadrante contiene los riesgos más graves con mayor probabilidad de ocurrencia.

El trabajo de un gestor de riesgos debe centrarse en los dos aspectos del diagrama, reducir la probabilidad de que ocurran y definir planes de contingencia para reducir el daño si finalmente ocurriera. 

Ejemplos de cisnes negros podrían ser la aparición de la fotografía digital para Kodak o la presentación del iPhone para Nokia. Ante ellos, es necesario que la empresa sepa reaccionar con rapidez y flexibilidad, a través de una dirección valiente y de un “colchón” de liquidez para afrontar dichos cambios.

Espero que esta historia te haga sentido y que puedas aplicarla en tu carrera artística para seguir creciendo en tu proyecto. 


Cesar Pineda
 
cpineda@audiocursosweb.com 
Instagram: ing._cesar_pineda

Ingeniero, Productor y Director Musical, con más de 20 años de experiencia en la industria. Se ha especializado en desarrollar a personas en encontrar su verdadero potencia