Por: Roberto Uriel Torres - POSTA
Fotografía: Cortesía POSTA
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Jorge Lasstra. |
Lasstra, el pintor
de los recovecos
de la mente
De visita en Monterrey para afianzar una
colaboración con la Galería Armario 916,
el artista sonorense platicó acerca de la
exposición que ofrecerá en ese espacio
a partir de mayo y, por supuesto, de sus
procesos creativos.
Jorge Lasstra, es un abogado de profesión,
pero artista plástico de vocación. Originario
de Hermosillo, Sonora hace 15 años decidió
seguir el camino del arte, el cual le ha dado
muchos frutos, y durante la pandemia le permitió ayudar a personas que enfrentaron dificultades económicas.
De visita en Monterrey para afianzar una colaboración con la Galería Armario 916, ubicada en el
Barrio Antiguo, el artista platicó con POSTAmx
acerca de la exposición que ofrecerá en ese espacio
a partir de mayo y, por supuesto, de sus procesos
creativos.
“Habla de cómo ves tú tus emociones, desde que
estás joven y que dices tú, bueno, ´¿cómo eran mis
emociones a mis seis años, y cómo han ido evolucionando al paso del tiempo y quién soy ahora, y por
qué soy como soy´, y cuando empiezas a ver tu línea del
tiempo, y dices ´ esta edad me pasó algo muy canijo,
y me marcó, y a lo mejor por eso soy ansioso, o soy
enojó, o soy tan impulsivo´, y te permite trabajar en
esos puntos para ir mejorando, que creo que es lo
que todos queremos, mejorar.
“Hice esa planeación, esa línea de tiempo y me
ha servido para mí, para ver quién soy, entonces
cuando tú veas esa exposición vas a decir ´yo quien
soy, y porque soy como soy, y de dónde vienen mis
primeras emociones´, y a lo mejor hasta haces tu
propia línea de tiempo, y la escribes, porque escribirlas te da un hit diferente, dices ´aquí, en esta
edad yo tuve esto, y no me acordaba, y me cambió
como persona´”
Cuéntanos sobre tu pintura, ¿cómo es?, ¿qué
temas aborda?
Van a empezar a voltear hacia dentro de ustedes, trata
de de escarbarle a los sentimientos, la conciencia al
espectador. El estilo lo puedo variar de serie en serie,
no estoy casado con un estilo particular o con una
paleta de colores, o con una técnica, no, simplemente
es jugar con los materiales que tengo o con las pinturas, si un día quiero óleo, un día quiero acrílico, he pintado con café, es estar renovando, innovando
y experimentando.
Con café, ¿la bebida?
Pasó muy curioso, porque estaba tomando café, se
me cayó la taza de café sobre el lienzo, y que dio una
veta muy bonita, y dije voy utilizar el café como o
pigmento, y de eso se trata realmente mi trabajo, de
pintar experimentar, pero también de tratar de decir
algo, de tener un discurso artístico para que pueda
conectar con las personas, para tratar de tener un
diálogo, de comunicación.
Tus pinturas invitar a ver dentro de uno mismo,
¿cómo es eso?
Mira, te voy a te voy a platicar de una serie que
hice para que me entiendas un poco, pues yo en mi
vida tuve contacto con algún tipo de padecimiento
mental, que mi madre tuvo, y yo pues estuve relacionado con los medicamentos que ella tomaba, o
con su condición, y era difícil para mí enfrentarlo,
y las condiciones mentales, por ejemplo, si ves a
una persona tú no puedes decir “esta persona está
pasando por un momento trágico, está luchando
con sus demonios”, y yo traté, hice un estudio
de campo, platiqué con psicólogos, psiquiatras,
hablando sobre este tipo de pacientes, cómo es la
bipolaridad, la esquizofrenia, y muchas que hay, y
me platicaban de cómo eran, cómo se representaban, y yo hice la representación gráfica de cada uno
de los padecimientos. ¿Y por qué lo hice?, porque
traté de darle una cara a un enemigo que no tiene
rostro, para muchos familiares de gente que está
pasando por eso, podían ver y decir “mira así se
siente realmente alguien”, tratar de ver la realidad, como cuando tu ves a una persona, le quitas
la sonrisa y por dentro está destrozado, entonces
era tratar de acercar al público a poner atención
sobre ese tipo de padecimientos, que existen, y que
creo que todos tenemos algún pequeño trastorno
mental por ahí, o hemos pasado por un momento
de estrés o de depresión.
Para ti como hijo, plasmarlo en tu obra, ¿cómo
fue?
Mira es como cuando te pica un mosco, que lo rascas
y lo rascas, y duele, pero también te agrada, entonces era una especie de amor y odio, porque pues te
enfrentas a un enemigo del pasado, pero lo sacas y lo
liberas, y dices “bueno no tengo nada que ver contigo,
y se va, entonces sí fue catártico, estuvo padre, pero
sí conmueve, sí toca fibras dentro. Me tocó que un
amigo mío me compró una pieza, y dijo “yo tengo esto,
quiero esa obra”, entonces conectas con el público.
Y a partir de ahí, ¿continuaste?
Sí, hice esa serie, salió todo es una serie que habla de
fármacos referentes a eso, que esas serie cayó porque
era divertida, y los doctores decían “qué padre que
le diste forma a un fármaco, y cómo actúa”, y hemos
trabajado sobre varios temas, me metí un poco con
la religión, hice crítica, no a la religión per sé, sino a
como nosotros percibimos la religión, cómo actuamos con ella, y así he ido avanzando, entonces
siempre trato de tener esa crítica o ese
“voltea ver hacia dentro, cómo eres tú
como persona, ¿tienes algún problema?”,
y hemos ido trabajando.
¿Qué materiales has utilizado?
Realmente cualquier material es bueno,
mientras raye, muchas veces hasta un
cuchillo tirado que te encuentras en la
calle lo raspas sobre el papel y le puede
dar textura, yo no me pongo esas limitaciones, realmente esto se da por el simple
hecho de crearlo, con lo que tienes a la
mano, y cada vez salen materiales nuevos, mis hijas son mi principal fuente de
ideas, porque veo que está jugando con
un slime, y veo que el slime si lo pego en
la hoja me da color ahí, creo que como
textura, digo ¿por qué no usarlo?, ante
usaba pintura porque nada más era lo
que había, y ahora tenemos miles de
productos químicos que puedes utilizar para crear.
Y es un poco salirse, ¿no?, tal vez
antes era “por aquí te tienes que ir”, y
ahora hay más libertad.
Mira, yo no estudié artes, las he estudiado,
pero ya porque yo quería hacerlo, pero
respeto mucho obviamente a las personas que estudiaron una carrera, y tienen
academia, pero yo creo que me siento un
poco más libre de no tener eso ser esas
enseñanzas, de decime “lo tienes que hacer
así porque así dijeron que era, o así se
ve mejor”, a mi me gusta más el tipo de
decir “voy a tratar de crear yo mi propio
camino y utilizar mis propios materiales”.
A fin de cuentas el mundo del arte es muy
amplio, muy abstracto, mientras a mí la
gente me valide diciendo “oye me gusta
lo que estás haciendo” o “está padre el
discurso que traes”, yo lo voy a seguir haciendo.
¿Cómo definirías tu estilo, es abstracto?
Pues sí, en parte, no me gusta etiquetar por el hecho
de que es difícil, hay veces que digo es dibujo, es
figurativo abstracto, cubismo, yo creo que hay de
todo un poco, o voy brincando de una hacia otra,
creo que mi estilo es no tener estilo a lo mejor, y si
trato de arrastrar medios compositivos para que el
espectador pueda reconocer mi obra a simple vista,
que es algo difícil de lograr como artista, y que lleva
tiempo lograr una impronta, que la gente pueda ver
una obra tuya y decir “mira, es un Lastra”, entonces
sí trato de mantener una línea que pueda la gente
identificarme fácilmente, uso mucho simbología, uso
mucho son los cubos, meto detalles que sé que me
funcionan a mí para que me identifiquen, además soy
muy identificable, peso mucho, soy pelón y de barba,
trató de meter mi cara en las obras.
Al ver tus obras sí hay una línea de semejanzas,
y se identifican fácilmente, ¿has tenido alguna
dificultad con la gente para hacer conexión con
el lenguaje que abordas?, porque hemos visto
casos en donde la gente al ver algo abstracto
dice “no le entiendo”.
Sí, por supuesto, pinté sobre enfermedades mentales,
no es como que voy a comprar un cuadro para tenerlo
en mi sala, que sí hay gente que lo hace porque colecciona arte, y ya busca cosas muy extrañas o específicas,
o algo así, pero sí obviamente quien no está abierto
pues no va a ser tu espectador, o no va a consumir
tu trabajo, y sí obviamente yo antes hice cuadros
decorativos para casas, pero llegó un momento que
dije “no puedo, yo quiero decir algo, quiero plantear
algo, quiero tener un objetivo”, no nada más pintar
para decorar, que es muy válido, si te dedicas eso
pues genial. Pero yo no estaba buscando eso con mi
trabajo, yo quería decir algo, tener un lenguaje, y sí
mi obra puede ser hasta un poco tétrica, o plantear
temas escabrosos, que no gustan, o no quieres tocar,
sí es para que tengas la mente más abierta, entonces
sí se me ha dificultado muchas veces conectar, pero
cuando conecto ya se queda conmigo, ya le dices “está viene mi trabajo, me sigue”, entonces es
como que un seguidor muy fiel, ¿no?
Parece que estamos de salida de
una pandemia que nos detonó
mucho los trastornos mentales, o
nos desestabilizó la salud mental,
¿cómo viviste toda la pandemia,
está plasmada en tus obras?
Te voy a decir como me dijo una vez
un artista, “¿qué pandemia?”, me dijo,
porque todo el día estamos encerrados
pintando, pues realmente a mí el aspecto
de estar encerrado no me pegó tanto,
pero sí me pegó por ejemplo ver a mis
hijas, que estaban encerradas y que no
se podían ir al parque, no tener contacto
físico, como que estábamos todos en una
especie de stand by, en el limbo y eso
hace que empieces a pensar, vivimos en
un mundo tan rápido que no tienes ni
siquiera oportunidad de pensar ni de
vivir, realmente reaccionas a las cosas
que pasan a tu alrededor. Reacciono a mi
jefe, reacciono a mi esposa, vives reaccionando, y cuando llegas en un momento
y empiezas a vivir, estás trabajando en
tu casa y trabajas menos, o no tienes
trabajo porque hay gente que perdió su
trabajo, y empiezas a pensar, ya la tele ya
te hartó, y en el celular ya no hay nada,
o sea porque nadie se está moviendo, y
entonces empiezas a pensar y cuando
empiezas a pensar sobre ti, empiezas a
vivir, ahí es cuando empiezas a decir “me
siento mal, traigo este problema”, no he
atendido esto.
Cómo lo viví yo?, lo viví padre porque
me dio la oportunidad estar con mis
hijas, de trabajar más porque ya no tenía
que salir a vueltas, estaba trabajando, y
me fue bien, pinté bastante, vendí bastante, eso estuvo padre, saqué nuevas
ideas y todo, tuve contacto con prensa, estuvimos
ahí con un programa social donde todo lo que vendí
en esos días se donó al 100 por cierto, sólo se recuperaba lo del material para seguir pintando, y pues
ayudando a la gente, de alguna manera dar el granito
de arena, de que todos pasamos un momento difícil,
yo creo que unos más que otros, entonces sí fue un
momento donde la gente se dio cuenta de muchas
cosas, nos quedamos vulnerables vaya, te dijeron
“hey, no eres el centro del universo, cuídate y vive
mejor, quiere más a tu familia y acércate más a las
personas”.
¿Y a quién donaste las ganancias de esa obra?
No publiqué a quien y nada, simplemente a la persona
que compraba la obra, yo daba el dinero, y le daba
los datos a quien se lo había donado y le mandaba
una foto de “mira, lo que tu compraste”, pero todo
lo hacia el privado, porque no se trataba de exponer
lo que estaba haciendo, simplemente hacerlo, y que
ayudara, y entonces sí se corrió la voz y se logró donar
bastante.