ALAN ALARCÓN | Si he de morir de hambre, que sea en un escenario | EDUI TIJERINA | Diciembre 2024

¡Deslumbran. Asombran! | PLÁCIDO GARZA | Junio 2022

Irreverente

¡Deslumbran. Asombran! 

Les platico: mi amiga Martha Bárcena, la Eminente Embajadora de México que lo fue en Estados Unidos, formó parte como bailarina de la Compañía Nacional de Danza. Está en su CV; no cometo ninguna indiscreción.

Ayer que supo de la función del “Lago de los Cisnes” por el Ballet de Monterrey -con 32 años de historia- en estas bárbaras, sedientas e inseguras tierras del norte, subió un tuit diciendo a la letra:

“El cuerpo de ballet en el II Acto del Lago de los Cisnes, es el mejor ejemplo de arte, coordinación, disciplina, belleza. Envidia de la buena por no poder disfrutar de la función. Saludos a Monterrey”.

Quienes sí disfrutamos de este espectáculo fuimos los más de mil espectadores que llenamos el Auditorio Luis Elizondo del Tec de Monterrey, en la primera de las cinco funciones que esta compañía dirigida por Thiago Soarez presentó hace pocas semanas en la Ciudad de Monterrey.

Varios años después de la fallida función de estreno de esta obra -con música de Thaikovsky y libreto de Lev Ivanov- uno de los críticos de la prensa especializada francesa escribió que este solo Pas de Quatre vale toda la función.

Tal comentario despertó otros de todo tipo, porque se le llegó a considerar como un agravio para el resto de la obra coreográfica de Marius Petipa, pero no fue así.

Sencillamente, esta escena con el que inicia el II Acto obliga a una ejecución casi perfecta.

Y las cuatro bailarinas del Ballet de Monterrey lo lograron, al ensamblarse como si fueran una sola con la poderosa música del genio ruso, ejecutada por la Orquesta Sinfónica del ITESM, dirigida por Roberto Hernández, que sorprendió al auditorio precisamente por una ejecución poderosa, no propia de la edad de los músicos, alumnos todos del Campus Monterrey del Tec, que fueron reforzados en algunas líneas de la partitura que ameritaban una mayor experiencia. 

Y citando a Gretchen Backhoff, Consejera Fundadora del Ballet de Monterrey: “ Para apreciar el ballet solo se requiere observar sin prejuicios y dejarse llevar por los sentidos. Se trata de una experiencia estética, sublime, trascendental”.

Comentarios que recogí en los pasillos y en el lobby del Auditorio, fueron todos elogiosos para el desempeño de toda la compañía y de los ensambles que formaron parte de esta puesta en escena, al conmemorarse el 145 aniversario del “Lago...” Es el ballet clásico por excelencia y se trata de una producción disruptiva de Thiago, quien privilegió a su cuerpo de ballet.

Los solistas -cubanos, mayormente- se lucen por mérito propio, pero la dirección de Thiago logró poner en los ojos del auditorio las caras, las expresiones, los movimientos, las destrezas y las capacidades del cuerpo del ballet, que en otras versiones no llegan a lucir tanto.

El vestuario y la escenografía, sencillamente impactantes.

GRETCHEN

De mi plática con Gretchen -gran conocedora del ballet- surgen las siguientes reflexiones sobre esta obra:

“La versión del Lago... que llega a nuestros días, no es la que fue presentada en el Bolshoi de hace 145 años.

A pesar de la participación del genio Pyotr Ilych Tchaikovsky (1840-1893), fue un intento fallido por las circunstancias que lo rodearon.

Tchaikovsky fue comisionado por el director del Bolshoi para componer la música de un ballet con el tema del Lago de los Cisnes. 

Hasta hoy, no se sabe a ciencia cierta quién escribió el libreto original. 

Se le atribuye a Beguichev, que tenía algo de dramaturgo, y al primer bailarín Vasily Geltser.

La fuente más aceptada es la que inspira las leyendas o cuentos de hadas del folklor germánico y se refiere al escritor alemán Johann Karl Augut Musaus, basada en la obra “El Velo Robado (Der Geraubte Schleier). 

Una gran similitud se encuentra en el cuento Los Seis Cisnes, de los famosos hermanos Grimm.

También se le ha asociado con la ópera de Wagner, Longherin, que narra el romance medioeval del Caballero del Cisne”.

El Auditorio Luis Elizondo hacía ya muchos ayeres que no recibía un espectáculo de estas dimensiones, propio -en serio- de los mejores escenarios del mundo.

EL TRÁFICO, EL TRÁFICO, AFUERA Y ADENTRO DE LA SALA

El tráfico que no mejora, así cambie Monterrey de alcalde y NL de gobernador, provocó que una buena parte de los espectadores llegara tan tarde como que a la mitad del primer acto todavía estaban circulando por los pasillos e incomodando a los puntuales, como siempre sucede.

Tal vez valdría la pena aplicar la rigurosa etiqueta de Hugo Garza Leal, en sus años como Director General de Difusión Cultural del Tec, que arrancaba con puntualidad inglesa cuanto evento era organizado por él y por su mentor, el Lic. Gerardo Maldonado. 

CAJÓN DE SASTRE

“Aikir, como decía Germán Dehesa”, remata la irreverente de mi Gaby. 


Plácido Garza.
placido.garza@gmail.com 
placido@detona.com  

Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.