Por: Silvia Lidia González / Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS), Japón
Fotografía: Especial
¿Cómo suenan algunos problemas
de AL en los oídos de los japoneses?
¿Cómo unos jóvenes japoneses que ven películas de Pedro Infante, cantan con
Camilo, Julieta Venegas y saben del festival de Viña del Mar encontraron otra forma
de música popular en el mundo hispano? Agua, salud, trabajo, igualdad
de género…los temas “le
suenan” a los estudiantes
japoneses que leen noticias
del mundo hispano para
sus clases. A otro “le suenan” por sus
investigaciones sobre los Objetivos del
Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Y, finalmente, al ritmo de tambores
caribeños, son jarocho y arpas ecológicas, en Japón se confirma que estos
temas “suenan” real y milagrosamente
en la música de América Latina.
A miles de kilómetros de distancia, importantes centros culturales
de Europa, el Instituto Cervantes de
Tokio y varias universidades japonesas
se han unido para conocer y dialogar
con jóvenes de México, Paraguay, Chile
y Colombia, que han enfrentado la
pobreza y otros problemas sociales, a
través de la música.
Como resultado de este diálogo
se han producido cinco microdocumentales en los que estos jóvenes han
descubierto varias sorpresas: un arpa
paraguaya que, en vez cuerdas, suena
con agua; una familia de descendientes
japoneses que lucha por mantener el son
jarocho y los instrumentos autóctonos
en México; los cantos y tambores africanos que han ayudado a crecer a los niños
de la costa colombiana, y el significado
especial del concepto “música popular”
en Valparaíso y Viña Del Mar, Chile.
De junio a diciembre de 2022 un
grupo de alumnos de la Universidad
de Estudios Internacionales de Kanda
(KUIS) investigó sobre diversas iniciativas en América Latina que demuestran
cómo se puede hacer música de manera
sustentable.
Destacan en ese sentido: el Jardín
Kojima (México), la Escuela Popular de
Artes y la Fundación Puerto Mestizo
(Chile), la Orquesta H2O (Paraguay), y
la Escuela Taller Tambores de Cabildo
(Colombia).
LOS JÓVENES JAPONESES
Y SU APROXIMACIÓN A LA
MÚSICA LATINA
Después de Pedro Infante, Julieta Venegas, Camilo y el Festival de Viña del
Mar…
Por: Carolina Imori y Haruka Koiso,
con Silvia Lidia González (profesora)
Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS), Japón.
¿Qué fue lo que acercó a estos estudiantes japoneses a tan especiales iniciativas musicales en América Latina? El proyecto “En clave de docs: microdocumentales”, apoyado por instituciones
culturales de tres países de la Unión
Europea: Alemania, Italia y España, que canaliza y coordina el proyecto a través
del Instituto Cervantes. Javier Fernández, gestor cultural de este centro, fue
un gran promotor de la idea, junto al
guionista español Álvaro González Aller, cuya experiencia fue clave para
guiar y acompañar a los estudiantes
en la producción audiovisual.
Junto a ellos, también participan las
embajadas en Japón de varios países
latinoamericanos: Paraguay, México,
Colombia y Chile. En la parte académica se sumó el profesor Gregory
Zambrano, de la Universidad de
Tokio, junto a algunos exalumnos de
esta institución, convertidos ahora en
importantes promotores de la música
latinoamericana.
El proyecto se llevó a cabo entre junio
y diciembre de 2022, con la participación principal de alumnos y profesores
de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS).
Como especialista en subtitulación
audiovisual, la profesora Miki Watanabe también colaboró en esta parte
con los participantes, que fueron principalmente estudiantes de seminarios
de investigación, como los que están
a cargo de los profesores Silvia Lidia
González y Seiichi Aoto, en KUIS.
El profesor Aoto, jefe del Departamento de Español y Portugués en el
área de Iberoamérica, manifestó su
gusto por ritmos populares de Latinoamérica, como la salsa y la música pop,
pero reconoció que con este proyecto se
abrían oportunidades especiales para
que los estudiantes pudieran conocer
otras interesantes variedades artísticas.
“Si yo fuera estudiante, estaría encantado de participar en un proyecto así”.
Algunos de los participantes corroboran esta idea y su propio interés y
gustos musicales. Akemi Suhara, estudiante de inglés y español, considera
que la música es una terapia que le ha
ayudado en momentos difíciles y le
gustó el propósito: “Me atrajo mucho
esta idea de participar en un proyecto
para una buena causa que es conectarnos con personas de Latinoamérica a
través de la música”.
La singularidad del proyecto atrajo
a Alexsandra Martínez, estudiante de
lengua española, que describía así sus
tareas: “Prácticamente entrevistamos
a gente que toca música, aun en situaciones de pobreza, para que sus voces
sean escuchadas por el mundo”.
Estas jóvenes ya tenían noción y
gusto por artistas populares del mundo
hispano como Camilo y Julieta Venegas.
Sin embargo, sorprende encontrar a
Kion Narahara, un japonés de 20 años que mediante el proyecto reavivó sus
pasiones sobre la cultura popular Latinoamericana, especialmente el cine de
oro mexicano y artistas como Pedro
Infante. Tras presentarse al proyecto
con un sombrero y una muñeca típica,
este joven japonés no dudó en entonar con aires jarochos aquella copla de
Balajú, que se fue la guerra: “Ariles y
más ariles, ariles del carrizal, me picaron las abejas, pero me comí el panal”.
Narahara asegura que, a través de este
proyecto, siente curiosidad por utilizar
el poder de la música para preservar
las tradiciones.
TAMBORES DE CABILDO: EL
RITMO DE LA ESPERANZA
Por: Marina Hoshiai, con Silvia Lidia
González (profesora) Universidad de
Estudios Internacionales de Kanda
(KUIS), Japón.
Cartagena de Indias es un famoso
puerto que inspiró al Premio Nobel
Gabriel García Márquez. Igual que él
lo hizo en la Literatura, actores como
Robert de Niro, Michael Douglas y
muchos más han recorrido en sus
películas las encantadoras calles coloniales de esta ciudad colombiana, llena
de colores, flores y música. Es el gran
atractivo turístico en el país, pero…
¿qué hay detrás de esa fama?
Las comunidades más pobres de
Cartagena han encontrado una forma
de enfrentar sus problemas sociales,
rescatar los sueños de los niños y jóvenes, al mismo tiempo que luchan por
mantener una tradición viva: los tambores y la música africana.
¿Qué nos heredaron nuestros ancestros y qué podemos heredar a nuestros
niños? Esa pregunta de muchos pobladores de La Boquilla ha encontrado respuesta en la Escuela Taller Tambores de
Cabildo. En esta comunidad, habitada
casi en su totalidad por afrodescendientes, los tambores se han convertido en
el centro de un proyecto musical, pero
también político, económico y social.
EL TOQUE SOCIAL DE LOS
TAMBORES
Rafael Ramos Caraballo es el fundador
de esta escuela. Con una larga trayectoria que lo llevó por el mundo acompañando a la famosa Totó La Momposina
o poniendo la fuerza de los tambores en
variadas producciones, este músico ha
logrado consolidar un espacio de desarrollo para los habitantes de La Boquilla.
Muchos alumnos de la escuela que
fundó el maestro Ramos tienen alrededor de 15 años y a esa edad ya entienden
los alcances de este proyecto. ¿Cuáles
son los ejes en los que trabaja la Escuela
Taller Tambores de Cabildo?
En una entrevista especial, Ramos
Caraballo explica en detalle que el
primer eje es el fortalecimiento de la
identidad. Esto se logra rescatando las
manifestaciones culturales propias. Por
ejemplo: la música del tambor, el ritmo
bullerengue, la forma de bailar y de
cantar, la cocina tradicional, las actividades de la pesca e incluso la variante
dialectal…las formas en que se expresa
la gente de esta región.
Además de encontrar su identidad
como “boquilleros”, los participantes
pueden descubrir su propio carácter.
Brenda Orozco canta y toca tambores. Al referirse a su propia experiencia comenta que la escuela cambió su
vida. Antes era una niña introvertida,
pero gracias a la música ahora puede
expresar fácilmente sus emociones.
El segundo eje de esta escuela se relaciona con el contexto político y organización social. Ramos agrega que los
integrantes aprenden a organizarse como
comunidad, al elegir nuevos líderes que
forman parte de un consejo comunitario,
de acuerdo con la Ley 70 de Colombia,
que respeta el territorio étnico.
El tercer eje es crear oportunidades
de inclusión productiva o emprendimiento. Según sus palabras, se trata de
generar empleos o dinero para ayudar
en la vida de los participantes. Esto, a
partir del capital cultural. Es decir, que
se pueden organizar talleres, producir y vender tambores, dar conciertos,
preparar alimentos típicos, diseñar vestuarios y así aportar recursos para la
escuela.
Por último, el cuarto eje son la
inclusión y la diversidad. El maestro
Ramos dice que respetan los derechos
de todos y se promueve la aceptación
natural de hombres, mujeres y personas
con diferentes capacidades.
GENTRIFICACIÓN: NUEVAS
PALABRAS Y VIEJOS
PROBLEMAS
Como una alternativa en una comunidad
donde faltan oportunidades para la educación, esta escuela taller se ha vuelto un
espacio para alejar a los jóvenes de actos
delictivos o entornos de inseguridad.
Los estudiantes también aprenden
sobre los problemas de la comunidad y
buscan en la playa a jóvenes en peligro
de involucrarse en entornos negativos
por falta de oportunidades. La meta es
invitarlos a integrarse en las actividades
que convoca esa iniciativa musical.
“El impacto de la escuela es rescatar a los niños para que no vayan por
malos caminos”, comenta Hernando
Ortega Villar, quien se define como un
“pescador de toda la vida”.
La pesca es precisamente el principal oficio de muchos pobladores
como Ortega. Un gran atractivo para
el turismo en Cartagena es la cultura: la
música, los vestuarios, la gastronomía,
los productos artesanales. La pesca es
base para platillos famosos que salen
de muchas casas de estas poblaciones.
Sin embargo, estos espacios están
en peligro por la gentrificación. Esto
quiere decir que la construcción de edificios turísticos como hoteles o apartamentos pone en peligro los territorios y
actividades de los residentes originales.
Como resultado de lo sembrado
en la conciencia y el gusto musical
de estas comunidades, algunos de los
integrantes de la Escuela han pasado
a ser maestros, junto a Rafael Ramos.
Incluso han acompañado a la llamada
reina de Bullerengue, Petrona Martínez,
reconocida con un Grammy latino al
mejor álbum folklórico en 2021.
En el diálogo con integrantes de la
Escuela Taller Tambores de Cabildo, los
jóvenes japoneses se han sorprendido
por la madurez y conciencia social de
sus pares, así como la combinación de
esa conciencia y actividades sociales,
con las voces, el ritmo y la alegría de
la música, al ritmo del tambor.
EL AGUA, LOS ANIMALES,
LOS ÁRBOLES… LOS
INSTRUMENTOS Y LA VOZ DE
LA NATURALEZA
Por: Marina Hoshiai, con Silvia Lidia
González (profesora) Universidad de
Estudios Internacionales de Kanda
(KUIS), Japón.
¿Dar voz al agua? ¿Sacar música de
los árboles o los animales? En Japón esas
preguntas parecen alejadas del ámbito
estricto del aprendizaje musical. Sin
embargo, los proyectos latinoamericanos descritos por estos jóvenes llevan
a respuestas sorprendentes.
INGENIO Y CONCIENCIA EN
UN INVENTO SINGULAR: EL
ARPA DE AGUA
Entre las estudiantes que han dialogado con los integrantes de la Orquesta H2O
de Paraguay, Saki Shiraki reconoce la
sorpresa de haber descubierto un singular invento de esta agrupación: un
arpa de agua.
El ingenio del arquitecto Fernando
(Amberé) Feliciangeli, le dio voz al agua
por una técnica nueva, logrando crear
un arpa que, en vez de cuerdas, suena
con chorros de agua. Alexandra Britos es
la arpista que tiene el privilegio de tocar
tan original instrumento, que reúne dos
grandes recursos del país sudamericano:
el arpa y el agua. Paraguay, junto a Brasil, Argentina y Paraguay tienen, en el
Acuífero Guaraní, la tercera reserva más
grande de agua dulce del mundo.
Pero aún hay mucho por hacer para
que el agua llegue a gran parte de la
población. Es un recurso vital que tenemos que cuidar. Así, el mensaje “escuchemos al agua” mueve a estos jóvenes
paraguayos a seguir al director William
Aguayo, tocando instrumentos como
un violín fabricado a partir de botes de
plástico, una flauta de partes de una
tubería, y un bajo armado con la tapa
de un sanitario.
“Nuestra forma de llamar la atención
es con alegría”, expresa Lilian Molina,
encargada de proyectos de la Orquesta
H20, que por su misión ha sido reconocida por la UNESCO como “artistas
para la paz”.
LOS CUEROS DEL TAMBOR Y
LA QUIJADA DE BURRO
Además del sonido del agua, los estudiantes japoneses que hicieron estos
microdocumentales, pudieron entender
cómo se fabrican los tambores de los
ritmos afroamericanos, gracias a las
explicaciones de los mismos jóvenes
integrantes de la Escuela Taller Tambores de Cabildo.
Para quienes practican el típico
tambor taiko (o Wadaiko) en Japón, es
interesante saber que al otro lado del
mundo unos jóvenes mantienen las
tradiciones, no solamente interpretando estos ritmos, sino fabricando
sus propios instrumentos. Niños y
jóvenes de La Boquilla, en Cartagena,
han aprendido a aprovechar árboles
cortados y ahuecados, que se tapan con
cuero de chivo, amarrado con bejuco o
fique natural. Aunque no se ve todo el
proceso, la alegría y la fuerza de estos
jóvenes se puede constatar en el microdocumental “El ritmo de la esperanza”.
Por otra parte, al hablar de los ritmos tradicionales de México, es común
encontrar referencia al son jarocho, del
estado de Veracruz. En diversos espacios, como el “Jardín Kojima”, un grupo
de entusiastas maestros y promotores
han compartido por varios años con
niños y jóvenes la alegría de los fandangos, del zapateado, los cantos y la
ejecución de instrumentos típicos como
la jarana, pandero y la quijada de burro.
Este instrumento de percusión
(llamado a veces charrasca) se conoce
desde tiempos antiguos en los ritmos
de origen africano que se ejecutan en
Perú, en el candomblé sudamericano
y en otras regiones de México.
Para escuchar cómo suena la quijada,
y cómo se intenta mantener la tradición
del son jarocho, se puede ver el microdocumental titulado “El son del jardín
mágico”. Estos instrumentos sencillos
o ingeniosos llevan en su sonido un
importante mensaje sobre el cuidado
de la naturaleza y la conservación de
las tradiciones culturales.
¿CÓMO VER LOS
MICRODOCS?
Aquí se puede encontrar una breve
descripción de cada tema, y los enlaces al Canal de YouTube del Instituto
Cervantes de Tokio.
JARDÍN KOJIMA, EL SON DEL
JARDÍN MÁGICO
Cuando Yasuo Kojima llegó desde
Japón a Veracruz hace más de 100
años, no imaginaba que la pesca, la
comida y la música de la región llegarían a ser el centro vital de su familia. Sus descendientes han luchado
hasta ahora desde el Jardín Kojima
para mantener y enriquecer las tradiciones culturales, especialmente de
algo tan mexicano, tan veracruzano,
como el son jarocho.
https://www.youtube.com/watchv=7SyrBfJqg2U&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=1
LA ESCUELA POPULAR DE
ARTES DE CHILE CRESCENDO
Viña del Mar es el escenario que el mundo
asocia con un gran festival de música
popular. Pero más allá de esas luces y
reflectores, en los barrios de esta ciudad costera en Chile, niños y jóvenes han
aprendido a acercarse a otro concepto de
música popular. Aquí los podemos ver en
la Escuela Popular de Artes (EPA) de Chile.
https://www.youtube.com/watchv=kQh3LdA31cU&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=2
ORQUESTA H2O LA VOZ DEL
AGUA
¿Problemas con el agua? El mundo entero
enfrenta el reto de garantizar el vital
líquido. Paraguay, con una de las mayores
reservas de agua dulce del mundo, le ha
dado voz a este recurso, a través de la
Orquesta H2O. Además de hacer música
con tuberías, caños y botes de agua, han
creado un invento maravilloso: un arpa
de agua. ¿Cómo suena? En este microdocumental se puede ver y escuchar.
https://www.youtube.com/watchv=NbH1YgBr4hE&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=3
ESCUELA TALLER TAMBORES
DE CABILDO EL RITMO DE LA
ESPERANZA
La Escuela Taller Tambores de Cabildo,
en Cartagena, Colombia, ha despertado
gran interés entre los alumnos japoneses, por las habilidades musicales, las
labores sociales y la conciencia política
que tienen los niños y jóvenes que participan en esta iniciativa. Además del
diálogo de Japón con Europa y América Latina, través de los Tambores de
Cabildo los estudiantes han conocido
también una manifestación viva de la
herencia africana en el mundo hispano.
https://www.youtube.com/watch?v=Uk8ivGzijQI&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=4
FUNDACIÓN PUERTO
MESTIZO LA MÚSICA DE LOS
CERROS
Poetas, músicos y artistas de diversos géneros, han llegado a Chile por
el puerto de Valparaíso. Ese camino
cuesta arriba para llegar a las montañas, junto al mar, es también un reto
para los habitantes de la región que
quieren hacer música, aún con pocos
recursos. Sus voces se escuchan en este
microdocumental.