Por: Edui Tijerina Chapa
Fotografía: Blanca Charolet, Cuitláhuac Correa y Cortesía de Liza Echeverría
LIZA ECHEVERRÍA
Hago lo que puedo con lo que tengo
La conocí a mitad de la década de los 90. Desde
el primer momento, caímos en cuenta de que
compartimos la pasión por la comunicación, la
televisión, los animales y los viajes. Dejamos
de vernos por largo tiempo, aunque seguimos
conectados por redes sociales, hasta que hace
unos meses volvimos a coincidir en Chicago,
Illinois, donde radica actualmente.
Recién tuve la oportunidad de conversar con ella y documentar para compartir con ustedes, queridos amigos lectores. Así,
además de recordar sus inicios y grandes logros, sabrán dónde
anda, qué ha hecho y cuáles son sus proyectos.
Se trata de un ser humano admirable, transparente y pleno
que, además, es gran pareja, madre, amiga e inigualable conductora: Liza Echeverría.
¿Cómo fue tu infancia?
Mi infancia fue una llena de amor, paz y sumamente divertida. Hice
lo que muchas personas de mi generación. No veía la hora de llegar
de la escuela para comer, hacer la tarea y salir a jugar largas horas.
Con mis vecinas jugaba a ser cantante. Soy de la generación
de “Parchís” y “Timbiriche” y ensayábamos por semanas nuestras presentaciones para los hermanos mayores y papás. Cosa
rara, y hasta cierto punto contradictoria, ya que también fui
introvertida. Soy, hasta la fecha, como me describe mi amiga
bloguera Jeannette Kaplun: “socialmente antisocial”.
Sin duda, algo maravilloso que marcó esa etapa fue que tuve
una relación hermosa con mis papás.
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Liza Echeverría detrás de cámaras. |
¿Qué recuerdos tienes de ellos?
De mi mamá tengo los recuerdos más hermosos, cocinando
juntas, yendo al boliche, viajando, conversando. Con mi papi
compartí siempre el amor por los animales, la naturaleza y las
miles de anécdotas acerca de sus aventuras subacuáticas ya que
él era buzo profesional.
Entonces, de tu padre viene el amor por la naturaleza y por
los animales que tanto te caracteriza.
Sí. Este amor nace de mi papá. Se sentaba conmigo largas horas en
el jardín a hablarme de los pájaros, las tortugas, los caracoles. De
las plantas y del sol, la luna y las estrellas. Siempre tuve mascotas
en casa, siendo mis grandes amores mis perros, hasta la fecha.
¿Cómo y en qué momento descubriste tu vocación por
conducir TV y actuar?
Fue una sorpresa para mí. A los 15-16 años empecé a modelar,
tanto en pasarela como para foto fija, e hice varios comerciales.
Pero más que vocación, era diversión y siguió siéndolo hasta que
llegó la oportunidad de mi primer programa de televisión: “TVO”.
“Estaba en
el proceso
de definir
una carrera
universitaria cuando
empecé a
conducir,
cantar y actuar”
¿Estabas ya en la Universidad?
La verdad, ya había visitado Instituciones en Estados Unidos y en
México. Estaba en el proceso de definir una carrera universitaria
cuando empecé a conducir, cantar y actuar. Y esta profesión
definió la carrera a seguir: Ciencias de la Comunicación en el
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Estado de México.
Durante la carrera trabajé en medios de comunicación, así que tuve la fortuna de poner en práctica lo aprendido. Es decir,
ver en campo lo revisado en aula y encontrar en aula las bases
necesarias para moverme en campo. Me pareció una experiencia
de lo más enriquecedora.
Me encantó esa etapa de mi vida, a pesar de que corría de
un lado para otro, entre trabajo y estudios. ¡Bien valió la pena!
¿Tuviste el apoyo de tu familia para seguir este camino?
De mi mamá, siempre. De mi papá, no tanto. Él tenía la idea
de muchos, que el medio artístico no era lugar para su dulce
hijita. Ya sabes, sexo, drogas y rock & roll.
Referiste al programa “TVO”. Cuéntame de esa producción.
Con “TVO” empecé... ¡Y en serio empecé! ¡No sabía ni encender
el micrófono! Todo era nuevo, al punto que agradezco no haber
entendido la magnitud de lo que estaba haciendo. Con “El Canal
de las Estrellas”, ahora “Las Estrellas”, de la empresa Televisa,
llegamos a decenas de países del mundo, a millones de hogares.
¡Es, ciertamente, una fábrica de sueños!
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Liza Echeverría con Pedro Almodóvar en los Premios Platino. |
¿Cómo llegaste a ese equipo? ¿Te llamaron, hiciste
casting?
Mi querido amigo y hermano de corazón, Roberto Freymann,
visitaba Televisa con frecuencia y me llamó un día para decirme
que había visto una hoja de casting describiendo a un tipo muy
específico de chica para conducir un nuevo programa de TV:
Alta, rubia, de cierta edad, etc.
La empresa estaba por producir la versión mexicana del programa infantil “Xou da Xuxa” (“Show de Xuxa”). Por primera
vez me paré en sus instalaciones, realmente con ganas de NO
ser elegida. Iba en jeans rotos, huaraches -en serio, llevaba
huaraches- de cara lavada, etc.
Tiempo después. Javier Rodríguez, quien era el productor
asociado del proyecto, contó que, al verme entrar a la oficina, le
llamó a Enrique Segoviano, el productor general, para decirle:
“la tengo aquí, es ella”.
Audicioné junto con decenas de chicas. Fueron meses de
pruebas de imagen, canto, baile y, poco a poco, se fue reduciendo
el número de candidatas, hasta que quedamos Gaby Ruffo y yo.
¿Qué es lo que más recuerdas de esa emisión?
La idea no era tener dos conductoras, sino sólo una. Pero me
parece que los productores hicieron algo brillante. Tuvieron
dos conductoras con estilos y personalidades muy diferentes.
Nuestro vestuario y canciones, también diferentes. De esa forma
llegamos a un público inmenso.
Recuerdo que en aquel entonces llegaban decenas de miles de
cartas a Televisa para las conductoras y “teveitas”, que eran las
chicas que nos acompañaban en las transmisiones. Muchas de esas
cartas venían de padres de familia, agradeciéndonos por los hermosos mensajes que compartíamos con sus hijos. Entre otros temas,
vienen a mi mente la importancia de respetar a los mayores, comer
de forma saludable, verificar el auto, hacer la tarea, etc. ¡Me encanta
saber que dejamos una huella tan positiva en toda una generación!
¡Grabaron varios discos muy exitosos! ¿Cómo te sentiste
con esa experiencia musical?
Esta es una historia muy graciosa.
Dentro de la serie de audiciones que te mencioné anteriormente estuvo la de canto, la cual reprobé. Recuerdo que Nando
Estevané (el actor que interpretaba al recordado personaje “Don
Julio Regalado”, de una cadena de tiendas de autoservicio), era
nuestro director musical. Se sentó al piano y me preguntó qué
quería cantar. La idea era que yo eligiera una canción y él me
acompañaría.
En ese momento, la chica que cantaba en el auto todos los días,
que se sabía todas las canciones de la época, las olvidó todas. En
verdad, no lograba recordar una sola. Nando hizo sugerencias y
yo no lograba decidir, hasta que se me ocurrió cantar “La Chica
YeYe” de Olé Olé. Y, pues... ¡No pasé la prueba de canto!
¿Y, entonces? ¿Cómo hiciste?
¿Qué crees? Memo Méndez Guiú (productor musical) y Nando,
tuvieron que componer canciones para mi tipo de voz como rap,
calipso, salsa... ¡Increíble!
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Liza Echeverría como La Catrina. |
¿Qué vino después?
Después de “TVO”, fui invitada a audicionar para conducir el
programa sabatino “Galardón a los Grandes de Siempre en
Domingo”. Ahí empezó mi carrera de entrevistadora bajo el
ala de Raúl Velasco.
Tuve varias apariciones dentro de “Siempre en Domingo” con
las entrevistas, también conduje concursos de belleza, desfiles
en Navidad y Día del Niño, especiales musicales.
De ahí, más programas semanales como “Bailando por un
Sueño”, “Cantando por un Sueño”, El Campeonato Internacional
de Baile, “Hermosa Esperanza” y, en la más reciente década, las
Alfombras Rojas de los Oscars, Golden Globes, SAG Awards y
Premios Platino, entre otros eventos de ese nivel.
¿Alguna anécdota de alfombra roja que recuerdes como
algo especial?
¡Son muchas! Me recuerdo jugando “Caricaturas” con Gael García Bernal en la Red Carpet de los Oscars. Atacada de la risa con
Viggo Mortensen en los Globos de Oro, porque mi vestido era
exactamente de los colores de su equipo favorito de fútbol. En
complicidad total con George Clooney, quien nos esperó para
volver en vivo a nuestra transmisión. ¡Y todas las veces que un
mexicano fue nominado, conversamos con él y ganó! Alfonso
Cuarón, Alejandro “El Negro” González Iñárritu, Guillermo del
Toro...
“Me recuerdo atacada
de la risa
con Viggo
Mortensen
en los Globos de Oro,
porque mi
vestido era
exactamente de
los colores
de su equipo favorito
de fútbol”
Te recuerdo actuando en telenovelas y en teatro.
Así fue. Más adelante interpreté personajes de fantasía en telenovelas infantiles. En “Luz Clarita”, fui Dana, un hada madrina y
en “Misión S.O.S” fui La Señora del Agua, uno de los elementos
de la naturaleza.
Participé en la obra de teatro “Luz Clarita en el País de la
Fantasía”, con presentaciones en toda la República Mexicana,
Perú y Puerto Rico.
¿Te gustaría regresar a la actuación?
No me considero actriz. Respeto mucho a quienes se han preparado años para serlo. Disfruté mucho los personajes de fantasía
que interpreté, pero, sin duda, lo mío es la conducción y fungir
como entrevistadora.
Has entrevistado a grandes personalidades de distintos
ámbitos, especialmente de la música y el cine ¿Cuál
recuerdas como la experiencia más aleccionadora?
¡Huy! Pues... ¿Recuerdas cuando fuimos a Seattle, Washington,
Edui?
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Liza Echeverría con su hija Isa. |
¿La entrevista a Sting?
Exacto. Esa fue mi primera entrevista y, pues, yo siendo fan
de “The Police”, estaba muy emocionada. Fue una experiencia
increíble. ¡Tú sabes lo que pasó al final!
Lo sé. Y a nuestros lectores les encantará saber.
Al final de la grabación le confesé a Sting que había sido la primera entrevista de mi vida y él respondió que no lo podía creer.
Volteó a la cámara y dijo “¡Esta chica es buena, debe quedarse
en este negocio!”. Y en vez de la patada de la buena suerte que
le pedí, me dio un beso de la buena suerte... ¡Casi me desmayo!
¿Y qué entrevista recuerdas como la más difícil y por qué?
Durante varios años cubrí los llamados “press junkets” en donde
representantes de diversos medios locales e internacionales se
reúnen para el estreno a prensa de una película, seguido por
una serie de entrevistas.
En uno de estos “junkets” entrevisté a Mel Gibson. Él estaba
inquieto, sólo daba respuestas cortas, sin emoción. Casi grosero.
Me imagino que estaba teniendo un mal día y yo lo sufrí con él.
Otra que pudo haber sido difícil y resultó genial, fue con
Anthony Quinn. Varias entrevistadoras salieron muy agitadas
después de hablar con él. Aparentemente no las había tratado
del todo bien. Entré con muchísimo miedo y me encontré con
un caballero muy atento.
Como conductora, en particular, y figura pública, en
general, eres líder de opinión y, por tanto, tienes una gran
responsabilidad social. ¿Cómo te sientes al respecto?
Siempre lo he entendido así. En “TVO”, tanto las conductoras como
las “teveitas” tuvimos que firmar un contrato comprometiéndonos a cuidar nuestra imagen en público. ¡Y en plena edad pachanguera!
Hoy en día, en tiempos de redes sociales, el compromiso es mayor.
No finjo ser quien no soy, simplemente quiero dormir tranquila todas las noches. A veces pienso que soy la antítesis de una
figura pública. Muchos dicen “que hablen de mí, aunque sea mal”.
Yo prefiero que alguien se pregunte quién soy antes de hacer
algo que puede causar un daño. Y me siento muy privilegiada
de haber sido invitada en múltiples ocasiones a ser vocera de
temas sociales como detección oportuna de cáncer de mama,
prevención de anorexia y bulimia, Teletones locales e internacionales, protección y respeto hacia los animales, entre otros.
“Raúl Velasco fue
una persona muy
especial en
mi carrera
profesional y en mi
vida. Un
caballero
siempre,
quien cuidó
a su equipo hasta su
último día”.
¿Quiénes han sido tus principales mentores? ¿Qué
consejos atesoras más?
En temas personales, mi mamá. Siempre amorosa, empática,
luchona y de inmenso corazón.
Y en lo profesional, el primer productor con quien trabajé fue
Enrique Segoviano. Aprendí todo de él y de su producción, desde
cómo identificar cuando una cámara está grabando, cómo usar
un apuntador electrónico, la importancia de ser puntual, etc.
Después, sin duda, Raúl Velasco, una persona muy especial
en mi carrera profesional y en mi vida. Un caballero siempre,
quien cuidó a su equipo hasta su último día.
Un gran maestro y amigo que compartimos, mi querido Edui.
Y la verdad cada co-conductor, director, productor, asistente,
de todos he aprendido algo y los guardo como grandes tesoros
en mi vida.
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Liza Echeverría con Ricky Martin en cobertura para TNT. |
Y tú, ¿qué consejos das a quienes quieren seguir tus pasos
como conductora y entrevistadora?
Mi llegada a los medios de comunicación, como te compartí, fue
realmente de suerte. Se abrió una puerta y yo estaba ahí. Para
quienes buscan ponerse frente a esa puerta, les sugiero buscar
clases impartidas por alguien que tenga experiencia y acceso a
los medios de comunicación.
Hay que prepararse MUCHO para toda presentación, cada
entrevista. No hay cliente ni público pequeño. Ser puntual, pronunciar correctamente el nombre de cada persona a presentar.
Cuidar su salud para tener energía para largas jornadas de trabajo. Comer bien, beber mucha agua. Respirar profundamente
antes de decir la primera palabra, así se marca una cadencia
buena desde el principio y se reduce la posibilidad de tropiezos.
¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional en el mundo de la
comunicación masiva?
Sin duda, las alfombras rojas para TNT Latinoamérica. El material que tenía que preparar para cada emisión tomaba unas 6
semanas... ¡para un programa de 60-90 minutos al aire! Nunca
sabíamos con quién íbamos a conversar, realmente era intenso.
¡Había que saber todo de todos!
¿Cuáles son las principales variables que consideras al
aceptar un proyecto de conducción?
La conducción me encanta porque siempre es algo nuevo... el
cliente, el tono, la ciudad, hasta el país. Que vaya con mi estilo y
no en contra de mis valores. Para eventos privados o públicos no
televisados, me siento cómoda manejando eventos gubernamentales, corporativos, médicos. Serios, casuales, divertidos y, se
vale decir, aburridos.
Y en Televisión, ¿cuál es tu formato preferido para
conducir?
¿Musicales, concursos, informativos,
especiales?
¡Me gustan todos! En verdad disfruto mucho la conducción. Los
programas en vivo son mágicos, estresantes pero fascinantes.
He conducido muchos programas en vivo como concursos de
belleza, de baile, desfiles, etc. Y siempre los he gozado.
¿Y el formato que sientes que más se te dificulta?
Probablemente en donde menos me siento preparada es en temas
deportivos. No son mi fuerte. Me encanta el futbol y el hockey
sobre hielo, pero sólo entiendo la mitad de las reglas.
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Liza Echeverría con Antonio Banderas en cobertura para TNT |
De tus trabajos, ¿hay alguno del que te lamentes?
No. Ninguno. Sabes que, de haber alguno, te lo diría sin problema.
¿Y el que te hace sentir más orgullosa?
Tendría que hablarte de dos. “TVO”, por ser el primero, ese al
que llegué sin experiencia. Y la Alfombra Roja de los Oscars,
por ser el más emocionante.
De no haber sido conductora, ¿en qué otras áreas habrías
estado?
¡Pienso en mil posibilidades! En algún momento quise ser
veterinaria. En otro, arqueóloga. Tuve interés en importar
artesanías mexicanas a Estados Unidos y quise ser chef. Cocinar
es terapéutico para mí. Tal vez en un futuro.
¿Desde cuándo radicas en Chicago?
Estoy en Chicago desde febrero del 2008. A mi marido (ahora, mi
ex) le ofrecieron trabajo en Estados Unidos. Podía trabajar desde
cualquier ciudad y elegimos Chicago porque los dos somos de
ciudades grandes y cosmopolitas (él de Sao Paulo, yo de la CDMX).
¿Te has retirado de los medios o estás en mera pausa?
La pandemia, de alguna forma, puso mi carrera en pausa. Tengo
muy presente el 3 de marzo del 2020, con maleta en la puerta, a
punto de salir de casa para tomar un vuelo a México a trabajar.
El productor de la convención que iba a conducir me llamó e
informó que el cliente había cancelado el evento. A los pocos
días, como sabes, el mundo se paralizó. Ya no hacía sentido
para los productores traer talento de fuera, siendo que era más
seguro contratar localmente. Pasó el tiempo y no se reactivó lo
que estuve haciendo por años, la conducción de eventos corporativos. El mundo cambió. Mi mundo también.
“Un proyecto en
el que actualmente
estoy trabajando, es
en un sistema para
ayudar a
las familias
hispanas
viviendo
en Estados
Unidos a
convertirse
en propietarios de
sus casas”
¿A qué te dedicas ahora?
Desde hace varios años, mi pareja y yo habíamos querido empezar a invertir en bienes raíces, de forma convencional y creativa.
Compramos casas que necesitan arreglo, las renovamos y las
vendemos o rentamos. ¡Cambié mis zapatillas de tacón por botas
de construcción!
¿Qué ha significado para ti la maternidad?
¡Es lo mejor que me ha pasado en la vida y he amado cada etapa!
Tuve una relación hermosa con mi mamá y ahora la tengo con mi
hija, Isa. Disfrutamos mucho nuestro tiempo juntas. Tenemos
una comunicación muy abierta. Sabe que puede compartirme
todo, que entre nosotras hay un espacio seguro en donde se
respeta y no se juzga. En donde se apoya y se ama.
En este momento de tu vida, ¿hay algo de lo que te
arrepientas?
No me arrepiento de las decisiones que he tomado. Como decía
mi abuela, “si en su momento hiciste lo mejor que pudiste con las
herramientas que tenías, hiciste lo correcto”. Tal vez el desenlace
no siempre sea el esperado, pero de toda experiencia se aprende.
¿Proyectos a corto y mediano plazo?
Concretar un proyecto en el que actualmente estamos trabajando
mi socio y yo. Un sistema para ayudar a las familias hispanas
viviendo en Estados Unidos a convertirse en propietarios de
sus casas.
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Liza Echeverría con Yalitza Aparicio y Marina de Tavira en
cobertura para TNT. |
¿Algún sueño por realizar?
Profesionalmente, me siento muy afortunada. He tenido experiencias maravillosas que podrían considerarse sueños cumplidos.
A nivel personal, ese sueño es ver siempre bien a mis amores,
que me pegue el sol en la cara, respirar, vivir.
Que así sea. ¡Muchas gracias, querida Liza!
Gracias a ti, Edui. A la revista y a los lectores. ¡Lo mejor para todos!.