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Por: Edui Tijerina Chapa
Fotografía: Tania Sierra Y Cortesía De Laura Ruíz
LAURA RUIZ
Antes y después de "Al derecho y al Derbez"
Seguramente, muchos de Ustedes recuerdan
las secciones de los programas televisivos de
Eugenio Derbez en las que la joven comunicadora Bere Nais (Bere Nice) entrevista a un
gran crítico de cine que tiene la característica
de ser mudo. A lo largo de la charla, con el ir
y venir de preguntas y respuestas, se generan
dobles discursos por demás cómicos.
La intérprete de ese personaje es la talentosa actriz Laura Ruiz quien, esta ocasión, charla un servidor
para todos Ustedes, amigos lectores de “Arte, Cultura y Sociedad”.
Cuéntame, querida Laura… ¿De dónde vienes?
Mi infancia fue muy feliz, con unos padres maravillosos; hermanos, tíos, primos, abuelos… una gran familia muy unida.
Tuve la fortuna de nacer y crecer en provincia; en el puerto de
Veracruz –donde antes no pasaba nada malo– ¡Podías jugar en
la calle sin ningún problema! Me encantaba salir a patinar con
mis hermanos, por ejemplo. Y el mar y la playa fueron siempre
parte de mi historia.
Infiero, entonces, que tus padres -o quizás, parte de la familia- se dedicaban a algo relacionado con la actividad portuaria,
o marítima, algo así…
Mi papá, QEPD, fue marino. Jefe de máquinas de buque-tanques
petroleros.
Una actividad que implicaba largas temporadas fuera de
casa, ¿No?
Así era. Pero cada que su barco tocaba puerto, mi mamá tomaba
carretera y nos llevaba a donde fuera con tal de que conviviéramos con él todo lo posible.
Tan importante que es convivir con calidad, más que en
cantidad.
Mis papás nos enseñaron la importancia de estar unidos, de
estudiar, de trabajar, y de aprovechar las oportunidades que te
da la vida; como viajar siempre que fuera posible. Nos enseñaron
a amar a los animales; tuvimos muchas mascotas. También nos
enseñaron el valor de la amistad, de la humildad y de la solidaridad.
Laura Ruiz y Eugenio Derbez. |
¿Recuerdas alguna vivencia que haya marcado tu
vocación por la comunicación, por la actuación y por
escribir?
Recuerdo que de niña me llevaron a ver “Anita, la huerfanita”, y
en ese preciso momento pensé “¡Yo quiero hacer eso!”, y es que,
en ese entonces, yo juraba que podía hacer de todo: actuar, cantar, bailar, escribir, producir, etc. Con el tiempo descubrí que eso
no era cierto. Y mira que no lo descubrí sin antes lanzarme a lo
grande a intentarlo: Entendí que no tenía oído musical después de
participar en un concurso de composición de canciones en francés organizado por el IFAL (Instituto Francés de América Latina).
¿En verdad? Estamos hablando en palabras mayores.
Luego de tener que cantar en vivo en el Museo de la Ciudad de
México… ¡No me fue tan mal, para cantar tan feo! Quedé en 8vo.
lugar de los 10 finalistas elegidos entre más de cien aspirantes.
“Mis papás nos enseñaron la importancia de estar unidos, de estudiar, de trabajar, y de aprovechar las oportunidades que te da la vida”
¡Nada mal! Al contrario.
Por otro lado, descubrí que tenía dos pies izquierdos, después de que me contrataran como bailarina para el programa de
Cablevisión (IZZY) “Ombligo Club” (Cablevisión,1995) del que
milagrosamente… ¡Nunca me corrieron!
¿Qué postura tomó tu familia ante tu interés por el canto y
el baile? ¿Te respaldaron o pusieron trabas?
Sí tuve todo el apoyo, pero con una condición: “Tienes que
estudiar una carrera universitaria que no tenga nada que ver
con el medio”.
Por lo visto, aceptaste… ¿o te fuiste por tu cuenta?
La verdad es que acepté el acuerdo sin chistar, porque yo misma
tenía miedo del – “¿De qué vas a vivir si no la haces como artista?”.
Y no me arrepiento para nada; al contrario, les doy gracias a mis
padres porque entre más conocimientos tienes, más seguro te
sientes para enfrentar la vida.
El obstáculo era que vivía en Veracruz y debía mudarme a la
Ciudad de México, pero tanto en Veracruz como acá, tuve tíos
cómplices que me ayudaron a cumplir mi cometido; la tía Tere,
y los tíos Regina y Sergio QEPD.
¿Qué caminos siguió tu formación académica?
De niña tenía facilidad para los idiomas; a los 11 años entré a
estudiar inglés y a los 13, francés. A los 14 años, una compañera de
la secundaria me contrató como su maestra particular de inglés,
y de ahí empecé a trabajar en escuelas y academias, dándoles
clases a niños desde los 4 y hasta los 60 años… y créeme, los que
peor se portan son los niños de la tercera edad.
Estudié la licenciatura en contaduría pública y me titulé con
honores… digo, con “horrores”. La verdad es que aún recuerdo
el miedo de cuando presenté mi examen profesional.
Después también di clases de matemáticas, de contabilidad, y de teatro. Tomé talleres de literatura en el Instituto
Veracruzano de la Cultura; el curso de guionismo del escritor
Julio Rojas, y el de estructura del melodrama del escritor
Jesús Calzada.
¿Y el de tu formación como actriz?
En Veracruz, estuve en el taller del Prof. Alberto Castillo, y en el
de la reconocida directora Maricela Lara. Y ya en la Ciudad de
México, hice la carrera de actor en el Centro de Arte y Teatro
de Emilia Carranza; tuve la suerte de estudiar con el dramaturgo Antonio González Caballero, QEPD, creador del método
de actuación que lleva su nombre; también estuve en el taller de
entrenamiento actoral para el cine de Jorge Zepeda.
Laura Ruiz es una actriz talentosa y polifacética |
Pues tremenda fortuna la tuya. Te has formado con
grandes Maestros. ¿Cuáles y cómo fueron tus primeros
pasos profesionales?
Fueron en mi natal Veracruz, haciendo algunas cosas como modelo
y como locutora de radio; y también escribiendo artículos para
periódicos y revistas. Luego, a los tres meses de haber llegado
a la capital del país, conseguí mis primeras participaciones en
televisión. Primero en la telenovela “Dos mujeres, un camino”
(Televisa,1993) y, una semana después, en el programa de comedia
“Al Derecho y al Derbez” (Televisa,1993). A partir de ahí no dejé
de tener participaciones constantes en televisión.
¿Con qué tipo de personajes te sientes mejor actuando?
Todos los personajes me interesan porque, como actriz, amo
darles vida, carácter y personalidad; y vivir en sus mundos es,
para mí, un viaje fantástico.
Me gusta crear personajes que constituyan un gran reto, que
no se parezcan en nada a mí. Sin embargo, cuando te invitan
a hacer castings, prácticamente siempre te ofrecen personajes
que se te parecen, y sólo he tenido la oportunidad de hacer
personajes diferentes en teatro experimental.
Me gustan mucho los villanos, y soy muy buena interpretándolos, pero creo que tengo cara de buena gente porque jamás
me los ofrecen. Y, por supuesto, amo hacer comedia. Es algo
rarísimo que no sé ni cómo pasó; porque soy melodramática a
rabiar. En la escuela de teatro yo era la de los papeles de gran
carga emocional y lloradera total. Mis profesores juraban que
iba directo a las telenovelas, y académicamente nunca me fue
bien con los personajes cómicos.
“Me gusta la idea de las series y de la televisión porque son una puerta de entrada a la intimidad de las casas de nuestros espectadores”
¿Prefieres cine, TV, teatro o streaming?
Nunca he hecho cine y me encantaría hacerlo. Es una de las
cosas de mi lista que aún me falta por tachar. Y aunque me gusta
todo lo que mencionaste, lo cierto es que haciendo televisión me siento muy cómoda. Soy fanática de las series de las plataformas
de streaming y sería la más feliz trabajando en muchas de ellas.
Me gusta la idea de las series y de la televisión porque son
una puerta de entrada a la intimidad de las casas de nuestros
espectadores; les puedes llegar a muchas más personas, que son
para quienes realmente trabajamos los intérpretes.
Precisamente por eso, se hace cada vez más necesaria la toma
de conciencia sobre el peso de las acciones y las opiniones de
una figura pública. ¿No crees?
Nunca como ahora, con las redes sociales, me había dado
cuenta del alcance de nuestras opiniones. Tú me entiendes porque eres un importante líder de opinión de nuestros tiempos.
No podemos expresar nada sin pensar a fondo cada cosa que
vamos a decir porque todo puede ser usado en nuestra contra.
¿Lo dices por alguna experiencia en particular?
A mí, chicos de la gen-Z me han llegado a reclamar por sketches
que actué y escribí en los 90’s, y aunque les doy toda la razón
con respecto a lo incorrecto e irrespetuoso que llegó a ser el
humor de esa época.
Pero ¿qué hacer al respecto? Las cosas cambian. La gente
cambia. Por tanto, las ideas y formas de ver la vida también
cambian.
Pues no puedo hacer nada para cambiar el pasado, pero sí
para apoyarlos en la actualidad, y poner mi granito de arena
para hacer de este, un mundo más humano, incluyente, respetuoso, y mejor.
¿A quiénes consideras tus guías?
A mis padres; a los escritores Pepe Sierra y Gus Rodríguez QEPD,
y a Eugenio Derbez. De estos últimos aprendí a no limitar mi
imaginación, a auto emplearme, y a soñar en grande porque
soñar no cuesta nada.
Si alguien que sueña con moverse en el mismo campo que tú,
se te acercara para pedir un consejo, ¿qué le dirías?
Que se prepare lo mejor que pueda, en todos los sentidos, y
que aproveche todas las plataformas que existen en la actualidad para darse a conocer. Estas son carreras de resistencia y de verdadera vocación. Tienes que estar consciente de que vas
a tener que tocar muchas puertas y soportar muchos rechazos,
y de que así va a ser la mayor parte del tiempo, porque, aunque
logres el éxito, en algún momento lo cierto es que puedes pasar
de moda al día siguiente.
Sé que también escribes. ¿Cuál es tu línea?
Principalmente, he hecho libretos para programas de televisión
como: “Tres Tristes Tigres” (CANITEC, 1996) “Furcio” (Televisa,
2000), “Derbez en Cuando” (Televisa,1998), “XHDRBZ” (Televisa,2002) etc. La mayoría de comedia, o de entrevistas y reseñas.
También, artículos de temas varios en algunos periódicos y revistas, así como reseñas cinematográficas para eugenioderbez.tv
¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional?
Uno de mis mayores retos fue el personaje de Bere Nice (“la
Berenais”) de “Derbez en Cuando” (Televisa, 1998). Esto debido
a que como el personaje de Eugenio no hablaba, una buena parte
de la comedia la remataba yo. Además; era un concepto bastante
nuevo y no había muchos antecedentes como para apoyarme.
La otra, es que era mi primer personaje protagónico y una gran
oportunidad de presentarme en el canal más visto del momento
y en horario estelar. ¡Mucha presión!
Siempre he pensado que Dios me lleva de mi mano derecha
porque he tenido mucha suerte.
¿Por ejemplo?
Cuando hice el casting con el que quedé de conductora de “Tres
Tristes Tigres”, en realidad andaban buscando una modelo para
otro programa y un conductor hombre. Quienes me hicieron la
audición me vieron posibilidades como conductora y me audicionaron como tal. El productor me eligió en vez de a los chicos
y, aunque a la mera hora cancelaron la creación de ese show, me
llamaron para “Tres Tristes Tigres”.
¿Qué es lo que consideras para decidir si aceptas o no un
proyecto de actuación?
Principalmente me fijo en el proyecto en sí y en el personaje que
me ofrecen. A veces el proyecto no me es muy atractivo pero
el personaje sí y viceversa. No me importa tener un personaje
pequeño en un proyecto de mi interés, sobre todo cuando la
producción no me conoce. Para mí es una oportunidad de mostrarles mi trabajo para que me tomen en cuenta para mejores
papeles después. Además, soy de las que piensan que no existen papeles pequeños, y ya he tenido la oportunidad de hacer
crecer un personaje como ocurrió con mi papel de “Laura”, en
“Los Cousins” (Galavision-Univision 2018) que nació como un
personaje muy pequeño, y terminó como personaje principal.
“Me gusta crear personajes que constituyan un gran reto, que no se parezcan en nada a mí”
¿Algún proyecto del que te arrepientas?
No; si algo no salió bien alguna vez, no dejó de ser una enseñanza.
De los errores se aprende.
Laura Ruiz interpretando a la entrevistadora Bere Nais junto a Eugenio Derbez |
¿Y el que te hace sentir más orgullosa?
“Derbez en Cuando” y “XHDRBZ”, porque Eugenio me dio la oportunidad de crear mis personajes desde el papel. Prácticamente
todo lo que actué en esos programas, lo escribí yo. Obviamente;
al primer escrito que yo entregaba también le metían mano
los otros escritores y hasta el mismo Eugenio, porque esa era
la dinámica. Yo también le metía mano a lo que escribían los
demás, pero, en esencia, eran mis ideas. Y pues aprovechaba para inventar personajes a capricho; si de pronto tenía ganas
de interpretar un vampiro, lo hacía, o si quería salir de pelona,
o parodiar a la agente Scully de “Los Expedientes Secretos X”,
también lo hacía.
Regresemos un poco a tus participaciones en los
programas de Eugenio Derbez, interpretando a “Bere Nais”.
¿Cómo llegaste a ese equipo?
Los conocí en “Al Derecho y al Derbez”. Fue muy gracioso porque
yo vi el programa un día en la Tele, y pensé: “¡Esos tienen mi
sentido del humor!”. Pero nunca se me ocurrió que terminaría
trabajando con ellos.
Al poco tiempo de haber visto el programa me dieron un
llamado, y luego otro, y otro.
Terminé haciendo pequeños papeles en algunos de sus sketches. Posteriormente, cuando estaban preparando “Derbez en
Cuando”, el productor Elías Arauz me invitó a un casting. Yo di
por hecho que era un casting para actores, pero cuando llegué,
nadie se parecía a mí. Cuando vas a un casting de esos… ¡Todos
tenemos el mismo tipo! De hecho, no había más mujeres.
Cuando Eugenio llegó y me vio, me preguntó que qué hacía ahí,
y, cuando le dije que iba al casting, se rio porque supo enseguida
que yo no tenía idea de lo que se trataba el asunto.
Pero ¿y luego? ¿De qué se trataba?
Nos metieron a una sala de juntas a todos al mismo tiempo
-eso nunca pasa en los castings para actores– y nos pidieron
que nos presentáramos. Para entonces ya estaba muy segura
de que algo andaba mal.
Cuando todos comenzaron a presentarse como los grandes
escritores de SOGEM que eran, yo ya estaba viendo cómo meterme
debajo de la mesa. Al llegar mi turno, pues le dije a Eugenio que
yo era actriz y contadora, y que no sabía qué hacía ahí. Él se rio
y me invitó a quedarme, me comentó que Pepe Sierra y Gus
Rodríguez (sus directores creativos) eran publicistas, y que él era
actor y cineasta; que ninguno de ellos había estudiado específicamente para ser escritor y que no perdería nada intentándolo.
Hice la prueba y, como a la semana, me llamaron para darme
la bienvenida al equipo.
¿Cuál fue tu participación en el diseño y desarrollo de ese
personaje? (Bere Nais)
Cuando me encontraba estudiando la carrera de actor nos pidieron una tarea: Inventar un sketch de comedia. Yo inventé el
de una mujer que era crítico de cine basado en un amigo muy
gracioso de Veracruz, que cuando estábamos en la prepa, fue
contratado para hacer reseñas de cine.
Ya trabajando con Eugenio, tomé ese sketch y lo adapté para
que el crítico fuese él, mientras yo lo entrevistaba. Ese nuevo
crítico se especializaba en cine mudo. Cuando Gus Rodríguez
vio el sketch, me recordó que Eugenio, en esos momentos, nos
había pedido un personaje mudo (porque era muy fan de Mr.
Bean) Gus me pidió que me olvidara del cine mudo, ya que el
mudo tenía que ser el crítico. Entre Gus y yo, les dimos forma a
esos sketches y él les puso el nombre a los personajes. Lo demás;
la personalidad, el estilo, etc., surgió de mi proceso actoral de
creación de personaje.
¿Qué aprendizaje te dejó esa etapa?
¡Aprendí muchísimo con ellos y tuve vivencias únicas! Sobre todo
con Pepe Sierra que desde el principio me estuvo apoyando y
guiando para que yo pudiera escribir sketches de los diferentes
personajes que ya tenía Eugenio. Gracias a él, también viví una
de las experiencias más interesantes de mi vida, al proponerme
para colaborar con ellos en el Mundial de Fútbol de Francia ´98
haciendo cápsulas de comedia desde allá. Trabajar con el horario
volteado y en un país con otras costumbres y reglas, y durante
un evento tan concurrido, no fue nada fácil pero fue maravilloso.
Por otro lado, Eugenio me dio la oportunidad de hacer cosas
como dirigir; eso ocurrió una vez que Pepe y Gus no estaban
disponibles y decidió enviarme a mí a encargarme de una escena
con el periodista Guillermo Ochoa.
De no haber sido actriz, escritora y contadora, ¿en qué
otras áreas habrías estado?
Definitivamente, lo mío son las comunicaciones. Así que de una
u otra forma, estoy segura de que hubiera terminado siendo
figura pública y compartiendo mi mundo con la gente.
“No me importa tener un personaje pequeño en un proyecto de mi interés, sobre todo cuando la producción no me conoce”
En este momento de tu vida, ¿hay algo de lo que te
lamentes?
Bueno, si hubiera sabido antes las cosas que sé hoy, seguramente
no habría cometido tantos errores, pero ninguno fue tan grave
como para que no tuviera solución. Así que, en realidad, no, no
me lamento de nada.
¿Cómo es un día regular en la vida de Laura Ruiz?
A la fecha, he de contarte que terminé casándome con Pepe Sierra
y tenemos una hija adolescente ya. Somos muy unidos y hacemos
muchas actividades juntos. Con Pepe he seguido trabajando en
algunos proyectos, y Vane (la hija), me introdujo al mundo de las
redes sociales y me volvió tiktoker e influencer. Lo que comenzó
como un juego, se ha convertido en complemento de mi trabajo
y en pretexto para compartir más experiencias con ella. Vane es
muy activa; nos ejercitamos juntas diariamente y ejercitamos
también a nuestros dos chihuahuas, que son los eternos bebés de
la familia, aunque están muy viejitos ya. Nuestros pasatiempos
favoritos son ir mucho al cine y ver series en casa.
¿Proyectos a corto y mediano plazo?
Mi familia es prioridad y en estos momentos pasaremos por un
gran cambio porque mi hija se va a vivir al extranjero. Por eso,
ahora sólo puedo hacer trabajos a distancia, porque la ayudaremos a mudarse. Pero, pasado ese evento, retomaré los castings
para seguir con la actuación y la conducción. Además, mi público
me ha pedido que comparta mi experiencia con la enfermedad
autoinmune que padezco y cómo es que he logrado permanecer
sin síntomas por más de 15 años, así que en algún momento me
pondré a trabajar en un libro de autoayuda.
¿Algún sueño por realizar?
¡Muchos! Quiero hacer cine y series; quiero volver a conducir
programas de televisión y trabajar dentro y fuera de México.
¡Que así sea, Laura querida! ¡Que así sea!
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