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Críticos vs opinadores | EDUI TIJERINA | Octubre 2024

Sin audiencia no hay medios

Críticos vs opinadores

Ni lo bueno, ni lo malo… sino todo lo contrario

Siempre lo hemos comentado: cada vez hay más formas expresivas y opciones para que los generadores de contenido compartan sus ideas, propuestas, emociones u ocurrencias. Con todo esto, también hemos visto cómo se van modificando las relaciones entre creadores y receptores. Más aún entre creadores y los críticos de sus trabajos (entendiendo “críticos” como analistas cualitativos, no a los tan comunes “destructores gratuitos de los trabajos de los demás”)

Ahora que las nuevas generaciones de artistas e influencers (así, por separado, porque no necesariamente los unos encajan en los otros) se apoyan en recursos tecnológicos para la difusión de su quehacer, encuentran en las redes sociales críticos espontáneos que elevan generosamente (a veces a ciegas) o llevan a las profundidades con lujo de sadismo (también a veces a ciegas) lo que comparten con la audiencia. Ahí comienzan los conflictos. 

¿Será que en estos tiempos estamos más negados a recibir y aceptar la crítica? ¿O es que como ya todo el que opina se cree crítico -porque no es lo mismo opinar que analizar a fondo-?

En las redes sociales, la mayoría de los opinantes se mueven sobre la “verdad” que más les convenza y no se mueven de ahí, aunque esa verdad no sea tal. Esto hace que el intercambio de apreciaciones y juicios de valor sobre un trabajo en particular pierda la tan necesaria bidireccionalidad y se vea afectado significativamente. 

De las distintas vetas expresivas, el cine es de las que más se comenta y escribe. Tal vez, en parte, por el auge de las grandes plataformas y, antes, de la internet, que, en conjunto, han facilitado que los “críticos” construyan sus propios códigos y patrones, sin importar que éstos se apeguen o no a los estándares de cada área o disciplina. 

Afortunadamente, hay grupos que mantienen la consciencia sobre la responsabilidad de la crítica real y de fondo, y se apegan a los lenguajes de los nuevos espacios sin perder de vista las variantes a revisar en cada obra, tanto en la parte de fondo como en la de forma y su vínculo con el receptor.

No hay expresión artística que no se relacione con un interés social. Tampoco hay expresión artística que se salve del cuestionamiento eterno de si lo bueno gusta o de si porque gusta es bueno. También aquí se ha referido en varias ocasiones que “no todo lo bueno es del gusto de la gente y no todo lo que le gusta a la gente es bueno”. Por esto mismo es tan importante la labor del crítico, que tiene la responsabilidad de ver las fortalezas y debilidades de cada obra artística para una mejor apreciación, independientemente de si es o no de nuestro agrado.

Debemos, como audiencias, buscar, detectar y seguir a críticos que de verdad revisen, hagan análisis, construyan su valoración y sean puntuales en lo que nos comparten. Críticos que nos acompañen en nuestra constante formación como público, como observadores. Dar con ellos es cada vez más difícil, especialmente porque ahora ya “todo mundo es crítico” y se erigen como tal tras el sólo hecho de dar una opinión sobre una novela, una película, una pieza teatral, una obra pictórica o escultórica, en fin.

Todos tenemos opiniones, y son válidas y respetables. Pero de eso, que se basa en el gusto particular, a contar con verdadera preparación para escudriñar todos los valores o falta de ellos, en aquello que se critica, hay un mar de diferencia. No confundamos ser opinadores con hacer reseña, ni hacer reseña con criticar.

Por último, también hay que poner atención a la orientación de la crítica. Puede hacerse destacando lo positivo de la obra. O puede que se destaque lo negativo. En ambos casos, la idea, más que destrozar, es hacer un llamado a prestar atención a lo rescatable y, a la vez, a prestar atención a lo que se puede mejorar en futuras propuestas. Particularmente, considero que una crítica de peso es la que se mueve a lo integral, es decir, que combina referencias tan-to de los aciertos como de las áreas de oportunidad, con su debida argumentación -que es lo que pone en evidencia el conocimiento y experiencia del crítico- para que los receptores, además de aprender, podamos formar y dar vida a nuestros propios juicios de valoración.


Edui Tijerina Chapa 
edui_tijerina@yahoo.com.mx 
Twitter: @EduiTijerina 
Instagram: @eduitijerinachapa 

Escritor, dramaturgo, guionista, asesor y analista de medios. Autor de numerosas piezas teatrales y de scripts para películas como “Cantinflas”, “Somos invisibles” y “Jesús de Nazaret”.