La Cultura
como recurso político
¿Será correcto usar la cultura como recurso político?
El uso de la cultura como recurso
político es, sin duda, un tema de
vital importancia para la sociedad actual, un tema de reflexión,
que nos obliga a preguntarnos
si pudiera inclusive justificarse
su uso para ese fin.
Como todos sabemos, la cultura
en su esencia más pura, es el
conjunto de conocimientos, costumbres, tradiciones, valores y
prácticas que forjan nuestra
identidad a través del tiempo;
sin embargo, su uso en muchas
ocasiones, se ha ido transformando en un instrumento de
manipulación, propaganda y
control social.
En este contexto sabemos que,
al utilizar la cultura como herramienta política, estamos también desvirtuando su esencia
y valores, convirtiéndola en un
medio para coartar la libertad
de pensamiento, al igual que
para silenciar las voces que no
se alinean a la misma agenda
de gobierno.
Adicionalmente, cuando la
cultura se explota con fines
propagandísticos, esta pierde
significado y se degrada a una
mera herramienta carente de
inspirar, motivar o fomentar empatía a una sociedad. En lugar
de ser un vehículo para el arte y el pensamiento
crítico, se transforma en una cadena que limita
la creatividad y solo divierte a un público subestimado por el gobernante.
Evidentemente, siempre habrá quienes defiendan su uso para fines políticos, justificandolo a
través de los beneficios de una supuesta “difusión cultural”. Sin embargo, no debemos ser ingenuos, ya que realmente se esta usando como
un activo al servicio de intereses particulares,
que en una mayoría de las veces dan solo “pan
y circo” a un pueblo sediento de crecimiento y
desarrollo.
En el mismo ámbito de ideas,
no hay que olvidar tampoco
que la cultura nos pertenece a
todos, razón por la que no puede
ser utilizada para desvirtuar su
propósito original, ni para usarse
como un instrumento que desvíe la atención de otros temas
urgentes de la agenda gubernamental.
Es importante resaltar, que
cuando la cultura y las artes se
perciben como parte de una estrategia política y un medio de
manipulación, se genera descontento y desconfianza en los
ciudadanos, transformándose
su función y significado en algo
totalmente insignificante e irrelevante. Una sociedad que desconfía de su cultura es una
sociedad fracturada.
¿Será correcto usar la cultura
como excusa para hacer eventos, subastas y ferias? ¡Claro!
Siempre y cuando sea para
difundirla sin fines electorales
y su uso no esté relacionado a
enaltecer y engalanar eventos
públicos y acciones de gobierno.
Ante esto, es inevitable no preguntarnos, ¿Porqué no entendemos que la cultura es más que
festivales y eventos musicales?
¿Porqué no trabajamos en la
construcción de espacios donde la cultura
pueda florecer? ¿Porqué no nos unimos para
crear un futuro donde la cultura y las artes verdaderamente se conviertan en un puente hacia
la comprensión y el crecimiento?
robgarza@att.net.mx